“Los jóvenes deben ser educados en el espíritu de la dignidad y de la igualdad de todos los hombres, sin distinción alguna por ningún motivo… en el respeto de los derechos humanos y del derecho a la libre determinación de los pueblos”.

La educación ha sido durante décadas uno de los pilares de la política en cuanto a las propuestas de desarrollo presentadas por aspirantes, candidatos y funcionarios electos en diversos cargos políticos. En esta ocasión, Zona Retro recuerda la reacción del Presidente Balaguer ante las acusaciones recibidas después de presentar su primer informe de gestión como jefe de Estado.

Génesis

El 15 de mayo de 1968, el doctor Joaquín Balaguer, Presidente de la República para ese entonces, ofreció desde el Palacio Nacional un informe, respecto a su gobierno donde trató numerosos tópicos, entre ellos la educación. A raíz de este informe, surgieron numerosas acusaciones que señalaban la introducción de ideas o doctrinas extranjeras en la educación promovida por el gobierno, lo que el Presidente negó de manera categórica.

Las críticas se originaron a partir de una acusación inicial de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, que afirmaba que funcionarios estadounidenses estaban influyendo en los métodos de enseñanza pública del país.

Balaguer, convencido de que las acusaciones sobre su Gobierno permitiendo la intromisión de ideas extranjeras en la enseñanza primaria, intermedia y secundaria eran falsas, aceptó llevar a cabo un análisis de las denuncias. Consideró que no sería verdaderamente beneficioso si este análisis no se extendiera a toda la enseñanza nacional, desde la primaria hasta la universitaria.

Punto de vista

En esta línea, el primer mandatario consideró que las Cámaras Legislativas deberían haber investigado la enseñanza impartida en las universidades para determinar si existía o no orientación que garantizara el destino del pueblo dominicano.

Por lo que hizo referencia a que la cultura no puede o debe ser un coto cerrado en un país que aspira a mantener sus instituciones pedagógicas abiertas a las corrientes de la educación moderna.

En adición a eso, Balaguer expresó que tampoco podía rehuir a la influencia de las técnicas que hayan sido ensayadas con éxito en otras latitudes del mundo civilizado.

El Presidente de la República también aseguró que poco importaba la procedencia del tecnicismo, ya fuera latino o no, porque la cultura y la ciencia no eran patrimonio de nadie, excepto en el caso en que su acción se canalizara, como ocurría, y citó un ejemplo, con la energía nuclear, hacia fines no solo pacíficos, sino predominantemente belicistas.

Posibles medidas

En la Cámara de Diputados, el bloque de oposición planteó que el secretario de Educación y Bellas Artes, Luis Augusto Duvergé Mejía, debía ser interpelado por ese cuerpo o por el Congreso Nacional para que explicara si era cierto que extranjeros, específicamente norteamericanos, estaban participando en la enseñanza que se aplica en los planteles del país.

Posteriormente a eso, el Presidente de la República se mostró de acuerdo en que el secretario de Educación compareciera al Congreso para hacer las explicaciones de Lugar.

Estudiantes de nivel primario y medio.

Reacciones

El Jefe de Estado consideró que la educación era una materia fundamental para la República Dominicana y no creía que un debate sobre la materia resultara ocioso.

Por su parte, Duvergé Mejía concurrió al programa televisado Sea Usted el Jurado, donde hizo explicaciones al respecto.

En cuanto al Presidente de la República, añadió: “El país debe saber, no solo si en la educación primaria hay influencias desnacionalizantes que puedan poner en peligro el futuro de la República Dominicana, sino también si existen o no en las universidades del país tendencias capaces de afectar, en mayor grado tal vez que en los establecimientos docentes de la educación primaria e intermedia, la mente y el espíritu de la juventud que se prepara en esos centros de estudios para las profesiones liberales.”

En tal sentido, el Primer mandatario se preguntó si se educaba o no a la juventud en las doctrinas del materialismo ateo con el pretexto de la libertad de cátedra, “alejando a las futuras generaciones de las fuentes en las que nuestros padres bebieron el agua sin contaminación de los cristianos”.

En adición a esto, comentó que no habría peor desviación de la educación nacional que la que tendiera a orientar a las futuras generaciones hacia el materialismo histórico o la que propusiera debilitar en la conciencia de la juventud la fe en la cultura occidental y en sus postulados.

Postura del Presidente

Para finalizar el revuelo que se formó al finalizar su último discurso, el Presidente Balaguer se mostró de acuerdo con que se realizara un examen exhaustivo sobre la educación dominicana, desde la humilde escuela rural hasta la flamante Universidad Autónoma, y desde la incipiente Universidad Pedro Henríquez Ureña hasta la propia Universidad Católica Madre y Maestra, de Santiago.

Posted in Zona Retro

Más de cultura

Más leídas de cultura

Las Más leídas