alzheimer
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Dra. Awilda E. Candelario

Neurólogo_Internista

Grupo Medico San Martin

Septiembre es el mes de la concientización de la Enfermedad de Alzheimer (EA), este año con el lema, Nunca es demasiado temprano, nunca es demasiado tarde, para destacar que debemos prevenir la demencia.

La EA (Trastorno Neurocognitivo o Demencia), es una enfermedad Neurodegenerativa crónica y progresiva que destruye la memoria y otras funciones mentales, como la percepción, la memoria, el lenguaje, el razonamiento, la atención, la resolución de problemas y la toma de decisiones, es el tipo de demencia más frecuente y representa entre el 60-70 % del total de los casos, en caso de demencia mixta (estando asociada a la demencia vascular con mayor frecuencia) este porcentaje se eleva un 12 % más.

Se estima que 6,7 millones de estadounidenses de 65 años o más viven hoy con la demencia de Alzheimer. Esta cifra podría aumentar a 13,8 millones en 2060, salvo que se desarrollen avances médicos para prevenir, retardar o curar la EA.

La EA figura como la sexta causa de muerte, pero, ¿cuándo empieza?, y ¿qué podemos hacer?

La EA no empieza cuando aparecen los síntomas cognitivos (problemas de memoria, lenguaje, razonamiento, orientación), la EA comienza décadas antes, en la fase preclínica de la enfermedad o asintomática, cuando ocurre una serie de cambios estructurales en el cerebro, producidos por proteínas anormales (acumulación aberrante de beta amiloide y proteína tau hiperfosforilada)  En algunos casos, la persona desarrollará Deterioro Cognitivo Ligero , y posteriormente EA en fase clínica que explican la aparición de la sintomatología que los familiares perciben.

La Comisión Lancet sobre prevención, intervención y atención de la demencia, publica nuevos factores de riesgo modificables. Ya son 12 los factores de riesgos modificables para prevenir la demencia: menor educación, discapacidad auditiva, traumatismo craneoencefálico, hipertensión, consumo excesivo de alcohol, obesidad, tabaquismo, depresión, contacto social poco frecuente, inactividad física, contaminación del aire y diabetes.

Las contribuciones a la prevención de la demencia tienen que comenzar temprano, en la infancia, con una educación obligatoria. Y continuar durante toda la vida. Por esta razón, estas acciones requieren tanto de programas de salud pública como de intervenciones personalizadas. Igualmente, las políticas sanitarias deben focalizarse en los grupos de alto riesgo, los más mayores, para aumentar la actividad social, cognitiva, física y la salud vascular.

La modificación de estos 12 factores de riesgo podría prevenir o retrasar hasta un 40% las demencias, por lo que Nunca es demasiado temprano, nunca es demasiado tarde para prevenir la demencia

Estrategias para prevenir la Enfermedad de Alzheimer a lo largo de la vida:

·         Proporcionar a todos los niños educación primaria y secundaria.

·         Reducir los factores de riesgo neuropatológicos:

  • Evitando lesiones en la cabeza, prestar especial atención a los deportes de riesgo.
  • Mantener la presión arterial sistólica a 130 mm Hg o menos en la mediana edad (el tratamiento para la hipertensión).
  •  Mantener la actividad física en la mediana edad y posiblemente más tarde en la vida.
  • Limitar el consumo de alcohol.
  • Reducir la obesidad y la enfermedad relacionada con la diabetes.
  • Evitar y promover el abandono el hábito de fumar.
  • Reducir la exposición a la contaminación ambiental
  • Tratar psicológica y farmacológicamente la depresión y cuidar la salud mental.
  • Aumentar la reserva cognitiva: (aprender un idioma o pasatiempo)
  • Fomentar el uso de audífonos para la pérdida auditiva
  • Prevenir el aislamiento social
  • Cuidar estos y otros factores de riesgo como la higiene del sueño y dieta saludable.

Uno de los pilares en la EA son las estrategias preventivas descritas anteriormente, ya que, aunque hayan iniciado los cambios patológicos, podríamos enlentecer o aminorar la sintomatología, y calificar para los nuevos fármacos, además que visitar a un neurólogo puede ayudarnos a la detección temprana de la demencia, así que Nunca es demasiado temprano, nunca es demasiado tarde para hablar de Alzheimer.

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