Aunque el gris ha sido durante años uno de los colores menos utilizados en la decoración, por estar catalogado como un tono complejo de mezclar, actualmente eso quedó atrás, debido a que se ha convertido en un tono “base” muy demandado por las familias, en especial por los hombres, ya que despierta en ellos un gran interés.

Los diferentes matices del gris permiten crear esquemas monocromáticos para un estilo moderno e incluso combinarlo con otros neutrales como el beige, muy utilizado hoy por los diseñadores. También tienes la opción de incorporar texturas grises en la sala como revestimiento de paredes en piedra o de imitación para proyectar un ambiente rústico y acogedor.

Según los decoradores de interiores, el gris se puede mezclar con cualquier color, como los blancos, los colores tierra y los matices azules o verdes.

Por ejemplo, si escoges el blanco para mezclar combinándolo con cualquier tono de gris y lograrás un ambiente sutil y refinado. Además, puedes utilizar tonos pasteles para conseguir un ambiente romántico. Juega con el rosa palo, el albaricoque, el amarillo claro o el azul.

Con el uso de los tonos tierra en tu decoración: los marrones, crema o el amarillo ocre, tu estancia gana calidez.

De acuerdo a muchos decoradores, uno de los efectos más sofisticados que se consiguen con el gris es cuando se combina con el rojo y el violeta; se dice que este último llena los ambientes de espiritualidad. Asimismo, combinar el gris con amarillo, es una tendencia que embellecerá el espacio, ya que lo “alegrará” de manera visual. Para darle más vida escoge cojines, flores y otros accesorios de diversos colores.

Mobiliarios
Si tu casa está pintada de colores neutros como el gris, elige mobiliarios de madera que tengan tonos claros. Además es aconsejable jugar con el color de los cojines.

En las habitaciones puedes utilizar también las cortinas y las colchas con tonalidad gris.

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