El origen más popular de las calabazas como símbolo de estas fiestas macabras se debe a la cultura celta

Halloween, víspera del Día de Todos los Santos, se celebra en Estados Unidos (país de origen) la noche del 31 de octubre, así como en otros países. Desde la llegada del otoño se impone el reinado de la calabaza en medio de un ambiente festivo, anaranjado y casi navideño.

En tartas, donuts, infusiones, incluso en cervezas, la calabaza -también conocida como zapallo, pipián o ahuyama- lo inunda absolutamente todo.

Escaparates de negocios, barras de bares, restaurantes y fachadas de casas se engalanan con todos los posibles tipos y tamaños de esta baya de la huerta junto a una infinidad de figuras fantasmagóricas, esqueletos, telas de araña y monstruos de los avernos en un ambiente en el que el naranja calabaza es el color que más brilla.

La leyenda del “Tacaño Jack”

El origen de la calabaza de Halloween se remonta a una leyenda irlandesa sobre la historia del tacaño Jack, que repudiado por el cielo por su carácter borrachín y estafador y por el infierno, tras obligar al mismo demonio a que no reclamara su alma, buscaba la salvación en la oscuridad de la noche con la luz de un candil que hizo con un nabo grande, que vació por dentro.

“Pero, en Estados Unidos, cultivamos calabazas muy bien, y las calabazas se convirtieron en parte de esa tradición, porque tuvimos muchos inmigrantes irlandeses que vinieron a este país y se adoptó el farol de Jack, pero no tanto un nabo, sino una calabaza”, explica a Efe el vicepresidente de la Sociedad Histórica del “The Great Jack O’Lantern Blaze”alle de Hudson, Rob Schweitzer.

Posted in Estilo

Más de gente

Más leídas de gente

Las Más leídas