A algunas parejas la pandemia les dio la ocasión de reconectar y fortalecerse, pero en otras despertó tensiones y posiblemente infidelidades

Aburrimiento, falta de intimidad, aislamiento y soledad, cambio en las rutinas, reducción de las distracciones, necesidad de nuevas emociones… Estas son algunas de las repercusiones que han tenido millones de personas en todo el mundo por la covid-19 y los cambios de estilo de vida derivados de las medidas tomadas para atajar los contagios, como los confinamientos, el uso de mascarillas, las restricciones de actividades y desplazamientos, y los distanciamientos físicos.

Aunque la situación varía según países y momentos, y algunos lugares mantienen o aumentan las restricciones mientras otros las dejan o suavizan, las experiencias vividas han dejado un impacto duradero en las relaciones, independientemente de que la situación se modifique y se recupere una vida de pareja similar a la prepandémica.

La manera de vivir de las personas ha cambiado drásticamente tras el impacto de la pandemia y una de su consecuencias se expresa en el aumento de las infidelidades en las parejas, según la unidad de Intervención familiar (terapia familiar y de pareja) de Grupo Laberinto (GL), compuesto por más de una decena de psicólogos y psiquiatras especializados. “Aunque no hay una investigación como tal sobre el aumento de las infidelidades tras la pandemia, se ha apreciado un aumento de las consultas de terapia de pareja por diferentes motivos que pueden fomentar una infidelidad mutua o individual entre los miembros de la pareja”, explicó Marta Araceli de la Peña, psicóloga general.

Más parejas acuden a terapia tras la pandemia

Señala que, por ejemplo, “se ha observado un incremento de la consultas por un lado, debido al aumento de discusiones y de tensión en la convivencia y, por otro, como resultado de una desconexión en la pareja”. “En algunos casos, uno o ambos miembros de la pareja han estado más irritable o tenso y ha tratado de liberar esa tensión buscando aventuras fuera de la pareja”, señaló De la Peña.

Explica que, en otros casos, “uno o los dos miembros de la pareja ha estado desconectados y más unidos a personas de fuera, buscando compañía de amigos o familiares, aunque sobretodo de manera virtual”. “La pandemia ha provocado que en muchas parejas la exacerbación de tendencias que ya se estaban presentando previamente”, dijo. “Como resultado de eso, en un cierto porcentaje se han generado dudas sobre sus respectivos sentimientos, por ejemplo, cuando uno de sus integrantes se siente más conectado a otra persona que a la propia pareja. Eso le conduce a replantearse la relación”, explicó la experta. “Con la pandemia aumentó el uso de internet y las búsquedas para conocer a otras personas. Con la nueva normalidad cambiaron los métodos para ser infiel adaptándolos a las circunstancias y restricciones, a través de vías de comunicación como videollamadas y aplicaciones móviles”, apuntó.

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