Labioplastia y el afán estético de las mujeres por mejorar su zona vaginal

La labioplastia busca devolverle a la mujer la parte estética y funcional de los genitales externos Dentro de las cirugías íntimas, la labioplastia (reducción de labios menores) es uno de los procedimientos más realizados en la actualidad. ¿Por estética o incomodidad? Muchas mujeres no se sienten conformes con el aspecto de su vulva y optan […]

La labioplastia busca devolverle a la mujer la parte estética y funcional de los genitales externos

Dentro de las cirugías íntimas, la labioplastia (reducción de labios menores) es uno de los procedimientos más realizados en la actualidad. ¿Por estética o incomodidad? Muchas mujeres no se sienten conformes con el aspecto de su vulva y optan por ella por cuestión de estética. Otras sienten incomodidad y roce en su zona íntima al caminar, al realizar ejercicios, montar caballo, bicicleta o caminar.

La ginecóloga Yoselin Pérez.

Ya sea por factores como la moda, la práctica deportiva o un afán estético de mejorar la imagen de la vulva, cada vez más mujeres buscan rejuvenecer su región más íntima.

Según la ginecóloga-obstetra, Yoselin Pérez, es una incisión en la zona vaginal que tiene por objetivo devolverle a la mujer la parte estética y funcional de los genitales externos. “La estética en la zona íntima es algo importante, pero además de esta, también lo es la función de los genitales externos. Por ejemplo, la labioplastia se realiza cuando tenemos una hipertrofia (desproporción de tamaño) de labios menores.
Esta hipertrofia va a causar molestias al hacer ejercicios como montar bicicleta. Asimismo, puede provocar irritaciones e infecciones frecuentes, ya que los labios menores no deben estar en el exterior de la vulva”, compartió Pérez, quien tiene consulta en el Centro Médico Moderno.

Antes y después de una labioplastia.

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¿Es frecuente la hipertrofia entre las mujeres?

De acuerdo a Pérez, es una patología frecuente entre las mujeres. “Se estima que de cada 10 mujeres 4 sufren hipertrofia de labios menores. Antes la mujer no le daba esa importancia a la vulva como parte estética-funcional, hoy en día sí.”, afirmó la especialista.

Evaluación

“Nosotros como ginecólogos debemos ver la vulva como un entorno: en 360 grados. Desde que tenemos una paciente para hacerle un chequeo ginecológico, debemos observar cómo está su entorno y evaluar los labios menores y mayores; también lo que es el introito (entrada) y si hay alguna flacidez”, indicó la doctora.

Por igual, es necesario que el médico evalúe si hay cistocele (afección en la que los tejidos de sostén alrededor de la vejiga y la pared vaginal se debilitan y se estiran) y rectocele (afección en la que se debilita el tejido de la pared ubicada entre el recto y la vagina), dos patologías que están a nivel del canal vaginal.

“Cuando hablamos de rectocele es como si estuviéramos hablando de una hernia a nivel del piso pélvico, que ocurre con los partos, con el aumento de peso, y con la edad”, explicó Pérez.

Si me someto a esta cirugía, ¿qué pasa si pierdo la sensibilidad? Es una de las cuestionantes que se hacen algunas mujeres, no obstante, la doctora sostuvo que esta cirugía no provoca pérdida de la sensibilidad, porque en manos expertas como los ginecólogos que están entrenados y que conocen bien lo que es la anatomía de la vulva, esto no ocurre ni a nivel de los labios mayores ni menores.

Conforme a Pérez, “la mujer cuando entra en edad y pierde esa flacidez, esa tonicidad, esa belleza de los labios, va buscando lo que es el rejuvenecimiento vaginal, no solo con la labioplastia, sino también con otros procedimientos que se realizan a nivel de la vulva”.

Riesgos

En cuanto a los riesgos, resaltó que como todo procedimiento quirúrgico, la labioplastia, que se realiza entre 45 y 60 minutos, tiene complicaciones. “Pueden presentarse complicaciones como sangrado y hematomas; y si la paciente no guarda el reposo que demanda, puede abrirse la sutura”, explicó.

Este es un procedimiento de corta recuperación y que se puede hacer tanto en el consultorio como en el quirófano. Si el médico observa que todo está bien, la paciente puede irse para su casa, señaló la galena.

“La paciente debe durar entre seis y siete semanas sin tener relaciones sexuales después de la cirugía. El proceso de cicatrización de las áreas quirúrgicas dura aproximadamente siete semanas”, dijo Pérez sobre el reposo de la paciente.

“Si me someto a una labioplastia, y en realidad no la necesito: ¿qué pasa?”

De acuerdo a Pérez, toda paciente que entienda que necesita una labioplastia debe ir donde su médico para que la examine. Dependiendo si tiene algún tipo de hipertrofia que puede ser de grado I, II o III, el ginecólogo es quien determina si lo amerita.

“Puede ser que una paciente vaya y te diga: “doctora quiero la labioplastia”, y en realidad no la necesite. Para determinarlo, nosotros utilizamos un aparato que se llama el vernier con el que se traza una línea que se toma como referencia para ver si la paciente necesita la cirugía. Tampoco podemos quitar lo que no está de más, porque eso va a traer consecuencias. Es mala la hipertrofia, pero la atrofia también”, puntualizó.

¿Qué conlleva el reposo de la labioplastia?

Después del procedimiento, el especialista indica a la paciente antibióticos y antiinflamatorios que eviten las infecciones, lo que deberá afianzarse manteniendo siempre una higiene extrema en la zona. Es necesario aplazar las relaciones sexuales entre las seis y siete semanas desde la cirugía. Además, se recomienda un reposo pélvico de dos meses, lo que conlleva no poder usar tampones ni vibradores. Asimismo, es aconsejable la aplicación de una crema de estrógenos que coayuve con el proceso de cicatrización.

¿Cuáles son las posibles complicaciones?

Entre las complicaciones que se pueden presentar después de la cirugía de labioplastia están: sangrado, hematomas, infecciones y apertura o caída de los puntos de sutura. Estas complicaciones se evitarán en mayor medida, si se tienen en cuenta las recomendaciones del especialista que esté supervisando el caso médico.

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