Katherine Rojas: “Me atrevería a decir que la discriminación por obesidad es un fenómeno”

Los afectados son víctimas de burlas, exclusión y violencia

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que “el estigma y la discriminación por tener obesidad es omnipresente”. Para la psicóloga Katherine Rojas, esto quiere decir que la descriminación está en todas partes. A pesar de que este tipo de discriminación es más común en México y en Estados Unidos por la cifras de mayor prevalencia de personas con obesidad, al día de hoy, lamentablemente, según la especialista del Centro Vida y Familia, se puede firmar que en nuestro país, las personas con sobrepeso y/o obesidad también son vulnerables a este tipo de discriminación. Y como resultado, sostiene, que se asocian a consecuencias fisiológicas y psicológicas significativas, como lo es un trastorno de depresión y ansiedad; trastornos alimentarios y disminución de la autoestima, sobre todo, para la población femenina, quienes reciben mayor presión por encajar en un canon de belleza donde el sobrepeso y la obesidad no forman parte.

Discriminación por obesidad
Discriminación por obesidad.

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¿En qué áreas se incurre en la discriminación por obesidad?

El “body shaming”, “sesgo por peso”, o bien, la “gordofobia” son maneras de catalogar la estigmatización que sufren las personas con sobrepeso y/o obesidad. Por lo regular, los escenarios donde se promueve y se acepta de manera cotidiana la discriminación por la condición corporal suele ser en los ambientes familiares, en edades infantiles, en el ambiente escolar, en el hospitalario/atención sanitaria, y el laboral. Además del sector de transporte (terrestre o aéreo) y como es de esperarse, en el sector de la belleza.

¿Qué sentimientos pueden invadir a una persona con sobrepeso u obesidad tras sufrir discriminación?

Debido a que esta discriminación convierte a las personas en víctimas de burlas, exclusión, violencia y vulneración de derechos, debemos entender que las consecuencias del sobrepeso y/o de la obesidad no son solo físicas sino también psicosociales, por ende, tiene un impacto directo sobre la salud mental y el estado emocional de las personas. En consulta, los sentimientos que sobresalen en las personas que acompaño con sobrepeso y/o obesidad son:

-Rechazo hacia sí mismas
-Sentimiento de inferioridad,
-Sentimiento de insuficiencia
-Sentimiento de vergüenza
-Sentimiento de culpa / decepción
-Sentimiento de inseguridad
-Sentimiento de humillación

Para leer historias (en primera persona) de personas discriminadas por poseer un “cuerpo grande/no normativo o un cuerpo gordo”, les recomiendo las siguientes obras literarias:
-“Mis gordas memorias” de Mary Vivas
-“10 gritos contra la gordofobia” de Magdalena Piñeyro
-“A todas nos pasa” – de Fat Pandora
-“Hambre” de Roxane Gay
-“La venus que rompió el Espejo” de Miren Jaurne

¿Qué conduce a una persona a menospreciar a otra por su aspecto físico?

-Probablemente una baja autoestima
– Necesidad de humillar al otro para sentirse superior
-Poca empatía
-Traumas personales
-Conductas aprendidas

Pero sobre todo, por los estereotipos y/o prejuicios aprendidos y socialmente aceptados basados en la suposición errónea de que la obesidad se deriva principalmente de una falta de autodisciplina y responsabilidad personal, obviando la evidencia que muestra que la obesidad es una enfermedad crónica prevalente, compleja y progresiva que resulta de la interacción entre factores conductuales, medioambientales, genéticos y metabólicos.

En la mayoría de los casos, ¿las personas son conscientes de su actitud discriminatoria?

Depende. A veces sí, a veces no. Para quienes tienen estos mensajes muy interiorizados, normalizados y aprendidos, es posible que lo repitan sin ánimos de hacer daño entendiendo que hacen lo correcto. Por esta razón es que resulta imprescindible la práctica obligatoria de intervenciones psicoeducativas de las consecuencias de la discriminación por el sobrepeso y/o obesidad. Concienciar sobre lo que es “el “body shaming”, “sesgo por peso”, o bien, la “gordofobia” y sobre cómo nos convertimos victimarios de propagar un mensaje que lastima y afecta a otros, en lugar de ayudarles

¿A hasta qué punto puede esta situación afectar la salud emocional de la víctima?

Estudios muestran pruebas de resonancia magnética evidenciando­ que el dolor resultante de la discriminación social es análogo al dolor físico. Se muestra que ambas experiencias activan las mismas funciones neurocognitivas (Eisen­ berger, Lieberman y Williams, 2003; Kross, Berman, Mischel, Smith y Wager, 2011). Por lo tanto, la estigmatización y la discriminación resultan un problema mayor que lastima tanto o más que la herida de un gran dolor físico.

Estas discriminaciones pueden llevar a que las personas se conviertan inseguras, dependientes emocionales, se excluyan socialmente, busquen validación externa en el trabajo y/o riquezas, que sean complacientes, que desarrollen un trastorno de depresión, un trastorno de ansiedad, un trastorno alimentario, se autolesionen, o inclusive, puede llevar a que la víctima se quite la vida. 

¿Cómo el o la afectada puede manejar la situación?

Cualquier persona que esté siendo víctima de discriminación por el estigma negativo arraigado al sobrepeso y/o la obesidad, le sugiero que vaya terapia. Pues no podemos controlar que la sociedad, o las personas en nuestro entorno cambien, ni tampoco, el tiempo que tardará para que esto suceda, pero sí podemos cambiar nosotros. Podemos aprender a manejarnos en estos contextos; aprender a que lo que otros digan no nos defina, no nos haga sentir menos, no nos lastime. Podemos aprender a ser compasivos con nosotros mismos y a tener herramientas para protegernos cuando nos vemos en situaciones que nos colocan en peligro emocional. Podemos aprender a tener salud en cualquier talla; podemos aprender a ser felices en cualquier talla.

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