Parto natural, vaginal con anestesia, vertical, en el agua y cesárea, son los tipos de parto que dan término a la etapa de gestación

Toda mujer, en algún momento de su embarazo, piensa en la forma de parto con la que desea tener a su bebé. Dentro de esas opciones, los futuros padres, cada vez más apuestan por tener un parto menos invasivo. De acuerdo a la ginecóloga obstetra María del Pilar Vargas Porras, durante los controles prenatales, la mujer debe plantear su proyecto de parto, lo que debe ser conversado con su médico.

Formas de parto

Los tipos de parto que dan término a la etapa de gestación son: parto natural, vaginal con anestesia, vertical, en el agua y cesárea, indica la especialista, quien pertenece al equipo médico de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (CEDIMAT). A continuación, Vargas Porras desglosa en qué consiste cada procedimiento:

Sobre el parto natural. Es el menos invasivo y con menor intervención de medicamentos y procedimientos clínicos. Es un parto menos intervenido, que al contar con el apoyo y participación del padre, contribuye al éxito del nacimiento espontáneo y bienestar materno-fetal. También la participación de otras mujeres puede ayudar durante el embarazo a nivel físico y emocional.

Por cesárea. En algunas ocasiones, el trabajo de parto natural puede convertirse en cesárea. La cesárea es una cirugía que se realiza para extraer al feto cuando el parto vaginal representa algún riesgo para la madre o para el bebé, o cuando definitivamente no es posible que nazca vía natural.

Vaginal con analgesia: Es cuando se usa anestesia o analgesia regional durante la labor de parto y durante la fase expulsiva y alumbramiento.

Vertical: Es posible dar a luz en posición vertical, ya sea en cuclillas, de pie o sentada. Estas posiciones aprovechan el efecto de la gravedad y facilitan los pujos. Este método no admite el uso de anestesia epidural.

¿Qué determina el tipo de parto al que será sometida una mujer?
Todo depende del estado de la paciente, sostiene la galena. Si es su primer embarazo o viene de una cesárea anterior. Si es su primer embarazo, en las últimas semanas se evalúa la condición de la pelvis y la presentación del feto para ver si se podría dar prueba de labor de parto y, si es favorable, se deja para parto vaginal o natural. En caso de ser una paciente con una cesárea anterior, sigue así en la mayoría de casos. Algunos médicos suelen asistir con labor de parto natural a una paciente con cesárea anterior, siempre que no se repitan las mismas causas.

Complicaciones

Entre las complicaciones que se pueden presentar en el proceso de parto, según Vargas Porras, están: no progreso de labor de parto, es decir, que después que llega a un punto, no avanza la dilatación del cérvix. Asfixia perinatal por un periodo de expulsión prolongado o signos de sufrimiento fetal durante la labor de parto. Asimismo, hemorragias uterinas y desgarros, tanto del cérvix como del periné o canal del parto.

La modalidad del parto en el agua

La doctora sostiene que se recurre al parto en el agua por el efecto analgésico que tiene el líquido sobre las contracciones uterinas.

Vargas Porras sostiene que el agua a una temperatura de 37 grados genera una sensación placentera y atenúa las molestias en el transcurso de este periodo. Igualmente, disminuye el dolor, favorece la relajación y, por ende, facilita los movimientos y disminuye la petición de analgesia epidural. También permite una fácil adaptación del recién nacido a la vida extrauterina. Del mismo modo, el agua facilita el contacto piel con piel temprano, lo que mejora el vínculo materno-fetal.

¿Qué se requiere?

Para tener un parto acuático debemos contar con una bañera amplia, confortable y lo suficientemente profunda que llegue a las axilas de la paciente y esta pueda flotar y moverse libremente.
“Es necesario utilizar un limpiador no abrasivo y desinfectarla muy cuidadosamente antes del parto, pero lo más importante es que existan las condiciones indispensables para enfrentar rápidamente una posible emergencia, tanto materna como neonatal”, aconseja la galena.

Riesgos de realizarla

El parto en el agua casi no se realiza en el país debido a que la mayoría de centros de atención no disponen de las facilidades para llevarlo a cabo. “En el hogar los riesgos son elevados, debido a que si se presenta una complicación no existen condiciones para resolverla, ya que no se dispone de un anestesiólogo, un pediatra neonatólogo, una sala de cirugía o un equipo de resucitación neonatal, por lo que en esos casos en vez de una experiencia feliz, podría producirse un desenlace trágico y traumático”, advierte Vargas Porras.

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