Las metas tienen que ser alcanzables y coherentes, dependiendo de nuestras necesidades y posibilidades
Bajar de peso, cambiar de trabajo, realizar estudios y comprar cosas materiales (desde casas, carros, apartamentos, viajes), son los objetivos que la mayoría de las personas se proponen alcanzar cuando llega un nuevo año, asegura la psicóloga Ana Simó.
“Esas son cosas fáciles de lograr, pero si no logras otras metas antes que esas, no vas a ser constante”, asegura la también directora del centro Vida y Familia y presidenta del Colegio Dominicano de Pisólogos (Codopsi).
Simó se refiere a que lo primordial es alcanzar y preservar la salud mental y la física, para ser consistentes con lo demás. “Muy poca gente se plantea en enero hacerse un chequeo general, para ver si está bien, o si necesita hacer unos cambios de hábitos”, manifiesta.
Lamentablemente, hay personas que no creen que las metas sean cambios de hábitos, y hay muchos que debemos cambiar para mejorar nuestra calidad de vida, dice la especialista en salud mental.
¿Qué tanto se cumplen las metas?
Son más aquellos que no las cumplen. “Muchas personas no las cumplen, porque no se sienten bien consigo mismo. Te hablan de ese estancamiento, de que viven el día a día y son de los que dicen: “voy hacer”, y no hacen nada”, destaca la psicóloga.
El abandono
Una cosa es la ilusión, y otra cosa es la meta, asegura Simó. “La meta tiene que ser muy aterrizada. Ahí nos perdemos, porque nos dejamos bombardear, por muchísima gente y la publicidad, que nos venden sueños, y como queremos lograrlos, los ponemos como metas. Las metas tienen que ser alcanzables y coherentes, dependiendo de mis necesidades, y de mis posibilidades”, resalta.
Clasificación
Corto significa en los próximos días o semanas; mediano, seis meses; y largo, es más de seis meses, lo que puede conllevar años, desglosa la psicóloga. “Mucha gente se desmotiva porque entiende que no puede, pero es que quizás te pusiste a corto plazo bajar 15 libras. Además, hay que plantearse: ¿qué estoy haciendo para bajarlas?”
¿Cómo cumplirlas?
Según Simó, hay que ser realista con lo que se tiene alrededor, de cómo está nuestra fuerza de voluntad y de si me reconozco como una persona imperfecta. “Que al otro se le haga más fácil de cumplir la meta que a mí, no quiere decir que no lo pueda lograr, sino que necesito un poco más de tiempo”, subraya Simó.
“Decir quiero un Porche, cuando lo que gano sólo me da para comprarme un Honda, no es ser realista. Ahora, si me propongo una meta a largo plazo, que en un momento de mi vida, dentro de 10 años, puedo ahorrar para el carro de mis sueños, se puede lograr”, indica Simó.
Asimismo, llama a priorizar, tomando en cuenta nuestras necesidades. “Suena egoísta, pero realmente el bienestar tiene que comenzar en mí para poder proyectar una buena calidad de vida”, destaca.
Metas en parejas
Las parejas deben tener metas tanto individuales como compartidas. “Hay personas que tienen metas, pero su pareja las desconoce, lo cual es incorrecto. Esto no es un control, es una transparencia de honestidad”. Conforme a Simó, las metas en pareja deben involucrar la estabilidad económica, porque esta tiene que ver con la estabilidad en el matrimonio.
Cuando no se cumplen los propósitos
En noviembre y en diciembre se llenan los consultorios de gente que se siente sumamente triste y fracasada, por haber hecho una lista llena de metas (aconseja no pasar de seis metas), que ni saben dónde las pusieron, afirma Simó.
“Se le enseña al paciente que no sólo es plantearse la meta, sino también el cómo voy a lograrla”. Además de proponerla, se debe saber cómo cumplirla y si necesitamos de otros implicados. Puedes contárselo a tu red de apoyo, “pero no te pongas a subirla en las redes sociales, porque la gente te desmotiva”, aconseja la psicóloga Ana Simó.
Pone como ejemplo, si a una persona se le dificulta bajar de peso, que busque ayuda donde un nutricionista; y si no sabe cómo ahorrar, que busque un especialista en finanzas.
