La probabilidad de vida sí existe, pero no se puede afirmar como un hecho, porque no está científicamente comprobada

La idea sobre la posibilidad de vida en otro planeta siempre ha estado en la mente de los científicos desde los tiempos del astrónomo Galileo Galilei. Este tema tuvo un gran despegue en la década de 1950, pero se empezó a tratar con mayor rigurosidad científica en el siglo XX, según explicó el astrónomo Miguel Acevedo, miembro de la Sociedad Astronómica Dominicana (Astrodom), quien respondió a varias inquietudes realizadas por elCaribe.

Según la ciencia, ¿es posible que haya vida en otros planetas?
Los procesos que dieron paso a la vida en la Tierra pueden estar ocurriendo en muchos otros mundos. La posibilidad sí existe, pero afirmar como un hecho que la vida existe en otros lugares, es otra historia. Debemos ser cuidadosos y no confundir posibilidades con hechos, antes de hacer una afirmación así, necesitamos evidencia.

¿Qué planetas se han venido asociando a la vida fuera de la Tierra? ¿Por qué?
Dentro del sistema solar, el primer candidato fue Venus, no obstante, en los años 60 descubrimos que era demasiado caliente y hostil para que hubiera vida. Luego, a principios del siglo XX nos enfocamos en Marte, por la ilusión de canales en su superficie, pero resulta, que actualmente, es demasiado frío y seco. Es un desierto congelado, aunque en un “pasado muy lejano” las condiciones en el “planeta rojo” fueron más amigables. Hoy, hemos casi descartado la posibilidad de vida en los planetas del sistema solar, pero no en sus lunas. Por ejemplo, las lunas Europa, de Júpiter, y Encelado y de Saturno, poseen océanos de agua líquida bajo su superficie congelada y son las candidatas principales para la búsqueda de vida en nuestro entorno cercano. En el caso de planetas fuera del sistema solar, en los últimos 20 años se ha descubierto cerca de 4,000 orbitando otras estrellas. Empero, determinar cuáles de ellos podrían tener condiciones para albergar vida, es una tarea muy difícil. Por ahora, el primer paso ha sido determinar cuáles están en la llamada zona de habitabilidad estelar, zona donde las condiciones permitirían agua líquida en la superficie de esos mundos.

¿Qué métodos o herramientas se han utilizado para buscar evidencias?
Esencialmente dos: ondas electromagnéticas (señales de radio), y en el caso del sistema solar, sondas espaciales para estudiar los mundos cercanos. Desde mediados del siglo pasado, la búsqueda científica de vida fuera del sistema solar se centró en buscar “vida inteligente”. Se han utilizado grandes antenas de radio para buscar, en torno a otras estrellas, civilizaciones que podrían estar transmitiendo señales al espacio, tal y como lo hacemos nosotros. Hasta ahora, esa búsqueda no han rendido resultados positivos, quizás no hay otras civilizaciones en las estrellas que hemos buscado o utilizan un sistema de comunicación que nos es desconocido o quizás no quieren ser encontradas. Una condicionante que se presenta en este método, es que las señales se mueven a una velocidad finita y el universo es un lugar enorme. Con el avance de la tecnología, el enfoque se inclina a buscar biomarcadores, es decir, en tratar de detectar las huellas que deberían dejar en las atmósferas de los planetas extrasolar la presencia de vida.

¿Cuáles teorías existen sobre este tema?
Existe varios escenarios. La vida puede haber surgido en muchos lugares del cosmos, pero en algunos, las condiciones ambientales cambiaron y fue erradicada. En otros, sobrevivió y quizás alcanzó un estado tecnológico, pero se aniquiló así misma por conflictos o destruyendo su medio ambiente. Algunas civilizaciones pueden estar explorando y buscando vida. También debemos considerar que algún momento de la historia del universo pudo haber una civilización que fue la primera en buscar vida diferente a ellos.

¿Cuáles son las evidencias más sólidas y objetivas que la ciencia ha podido obtener hasta hoy?
Probablemente, el caso de la luna Encelado. Esta pequeña luna de Saturno tiene un océano de agua líquida bajo una superficie de hielo congelado. Resulta que parte de esta agua se está escapando al espacio por fisuras en el hielo en forma de geiseres (tipo especial de fuente termal) y está arrastrando materiales del interior. La sonda Cassini (nave espacial) de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, mejor conocida como la NASA, voló a través de estos chorros y detectó moléculas orgánicas complejas en ellos. Moléculas como éstas podrían formarse sin la presencia de vida en procesos muy complejos, sin embargo, cabe destacar que en el planeta la Tierra es común que sean producidas por organismos vivos.

¿Qué explicación le merecen los fenómenos Ovnis y el término alienígenas?
El término Ovni es el acrónimo de “Objeto Volador No Identificado” y por definición se refiere a algo que vemos volando y no sabemos lo que es. Si le asignamos un origen, por ejemplo, que tiene tripulantes y que viene de otro mundo, deja de ser “no identificado”. Mientras que el termino alienígena viene de una palabra que significa extranjero, con ella se hace referencia a visitantes de otros mundos. Prácticamente todas las historias sobre contactos alienígenas sufren de la falta de evidencias comprobable, no pasan de ser anécdotas no comprobables.

¿Qué diferencia hay entre “búsqueda de vida” y “búsqueda de vida inteligente”?
Aunque parezca extraño, el concepto de vida es difícil de definir, más, cuando nuestra idea sobre ello está limitada al único ejemplo que conocemos: la vida en la Tierra. Ahora bien, con “búsqueda de vida” nos referimos a cualquier tipo de organismo, pueda o no tener conciencia de sí mismos y podría ser desde el equivalente a un virus o microorganismos hasta seres muy grandes o incluso inteligentes. Cuando lo acotamos a “búsqueda de vida inteligente” nos referimos a entidades que tienen conciencia de sí mismas y de que existen, seres que se hacen preguntas sobre su origen y lo que les rodea.

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