Las colecciones que el Museo Nacional de Historia Natural alberga son de valor patrimonial, porque constituyen muestras únicas de nuestra biodiversidad

Al asistir al Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) Profesor Eugenio de Jesús Marcano, conectamos con una institución científica que posee importantes informaciones para crear conciencia sobre la importancia de la conservación del planeta y la oportunidad de conocer los elementos que conforman la fauna, los ecosistemas y paisajes naturales de República Dominicana.

Mientras recibimos el acompañamiento de expertos del museo, que de forma amena vestían trajes de safari e iban explicando a conciencia detalles en la Sala de la Tierra, surgieron en mí muchas preguntas para transmitirle a su directora, Celeste Mir.

La primera interrogante fue sobre la importancia de tener un espacio así en el país, a lo cual nos indicó que los museos de historia natural son importantes instituciones científicas encargadas de explorar, estudiar y difundir hallazgos sobre la historia natural de un país o región.

“Su función principal es albergar las llamadas colecciones científicas de referencia. Estas juegan un papel vital en nuestra comprensión de la biodiversidad, la evolución, la genética de poblaciones y los impactos ambientales”, explicó Mir.

El MNHN no es el único en el área del Caribe, por ejemplo, Cuba tiene un museo de historia natural. Sin embargo, el dominicano destaca principalmente por publicar una de las revistas científicas de mayor calidad en la región llamada Novitates Caribaea, la cual divulga importantes investigaciones originales sobre taxonomía, ecología, genética de poblaciones y otras disciplinas afines relacionadas con la fauna de la Isla Hispaniola y el Caribe.

“Las colecciones que el museo alberga son de valor patrimonial, porque constituyen muestras únicas de nuestra biodiversidad, es decir, de nuestro patrimonio natural. Son una inmensa base de datos de la riqueza que alberga nuestra isla y la función primordial del museo es enriquecerlas y mantenerlas preservadas, así como debidamente catalogadas para las investigaciones científicas actuales y futuras”, aseguró Mir.

Acerca de las colecciones científicas de referencia del museo, Mir informó que totalizan a la fecha alrededor de 120, 000 especímenes que se encuentran alojadas en tres depósitos. Destaca, en cuanto al valor de estas colecciones, la inclusión de unos 500 ejemplares tipo que son especímenes portanombre o de referencia, es decir, especies descritas que han sido depositados por sus autores en el museo.

“La función fundamental de las colecciones de historia natural es salvaguardar estos especímenes tipo, los cuales son preservados por los individuos que describieron y nombraron una especie. Las colecciones abarcan una amplia gama de grupos zoológicos: insectos, arácnidos, miriápodos, moluscos, equinodermos, crustáceos, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos”, informó la directora.

Una de las colecciones más recientes del museo es la de paleobiología, constituida por 7,600 piezas fósiles a la fecha, procedentes de excavaciones en numerosas cuevas secas del suroeste de República Dominicana y de cuevas sumergidas de la región Este. Esta colección incluye huesos fósiles de roedores, perezosos, aves, lagartos y cocodrilos, pertenecientes a especies de una fauna que existió en la isla, pero que se extinguió hace millones de años.

El Caribe es uno de los mayores centros de biodiversidad endémica del mundo debido a su geografía y clima; y es uno de los llamados “hotspots” de biodiversidad del planeta, que significa que se encuentra entre las áreas más diversas biológicamente, pero amenazadas de la tierra. Esto hace que las investigaciones científicas sobre nuestra fauna sean de importancia crucial para nuestro país, la región y el planeta.

Para el año 2022, se realizarán las siguientes investigaciones: “Variación morfológica de especies crípticas de murciélagos en montañas altas de República Dominicana y su régimen alimentario” (continuación), “Inventario de la entomofauna de dos parques urbanos de Santo Domingo: Jardín Botánico Nacional y Parque Mirador Norte”, “Estudio comparativo de diplópodos en varios ecosistemas y su relación con factores físico-químicos del suelo a lo largo del transecto altitudinal San José de Ocoa- Constanza” y “Filogenia y diversificación eco-morfológica de peces de aguas interiores en La Española, con enfoque en los peces de la familia Poeciliinae (Ovalentaria: Cyprinodontiformes)”. Concluyo exhortando a los padres de familia a que lleven a sus hijos a conocer el MNHN, situado en la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte, un lugar donde se reciben conocimientos y que es de gran valor para aprender acerca del banco de datos del patrimonio natural dominicano.

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