Es importante reforzar el cuidado diario y óptimo de la piel en esta temporada veraniega

Con la llegada del verano, una de las principales preocupaciones está centrada en cómo afecta el sol a nuestra piel y las dolencias generadas por las altas temperaturas.

Durante el verano aumenta el riesgo de sufrir problemas cutáneos como arrugas, quemaduras, pigmentaciones, cáncer de piel, entre otras afecciones.

“Durante esta estación del año tenemos un contraste entre el aire acondicionado y la alta temperatura, lo cual es desfavorable para nuestra piel. Las partes más propensas a estos daños son la cara, el cuello y las manos, pues son las más expuestas a factores como el sol y el viento”, señala la cosmiatra Vitalina Feliz de Núñez.

Para Feliz de Núñez, al aumentar el flujo sanguíneo de la piel también lo hace el intercambio de calor, y ese exceso llega a la superficie del cuerpo o a la piel. En este aumento de temperatura pueden surgir brotes de eczemas, psoriasis y se activa la producción de glándulas sebáceas que producen el acné.

La exposición desmedida al sol y la importancia del protector solar

Hay que tener en cuenta que la exposición solar desmedida y sin la debida protección puede ocasionar deshidratación de la piel, dando lugar a la descamación, resequedad e hipersensibilidad, lo que también puede provocar irritación, quemaduras, manchas, y hasta generar cáncer de piel, explica la dermatóloga cirujana Marisa Vólquez.

Como solución a esto, Vólquez señala que existen protectores solares para cada tipo de piel, como gel y “toque seco” para la dermis grasa; emulsiones, crema mineral para la seca; no obstante, para la mixta dependerá si persiste más la grasa que la seca y viceversa.

“Es importante elegir cremas protectoras de acuerdo al tipo de piel, y que contengan la máxima protección (5 +), que te resguardarán de la intensidad de los rayos del sol”, aconseja.

Vólquez aclara que todos los tipos de dermis, independientemente de seca o grasa, deben utilizar la correcta protección solar 50 +, y aunque hay algunas etiquetas que dicen 100, la protección máxima confirmada por los entes reguladores, es la antes recomendada.

Cuidados básicos de la piel
Para lograr tener una piel lozana y saludable es importante tener una rutina diaria de cuidado, la cual permitirá que tu piel luzca radiante y tenga la defensas necesarias para contrarrestar las agresiones del medioambiente. Para ello, toma en cuenta los siguientes pasos:

  1. Limpia o desmaquilla la piel con un producto acorde a tu tipo.
  2. Tonificar te ayudará a equilibrar el PH de la dermis.
  3. Utiliza un humectante día y noche.
  4. Usa una crema especial para el área de los ojos
  5. Aplícate filtro solar y exfolia tu piel para retirar las células muertas. También prepara una mascarilla para regenerar, sellar e hidratar la piel.

“No debemos olvidar que la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y es el único que está directamente y constantemente expuesto al exterior. La piel nos protege de agentes externos, del calor, el frío, el aire y de bacterias, por lo que mantenerla en buen estado hará que la misma pueda crear una barrera protectora capaz de impedir daños indeseados en la misma”, asegura la especialista en el tema.

Vulnerabilidad
De acuerdo a Feliz de Núñez, debemos cuidar la piel de los niños, debido a que es muy fina y delicada. Asimismo, a las personas con antecedentes de familiares con cáncer de piel y aquellas que toman medicamentos fotosensibilizantes, ya que la piel está menos protegida a la hora de recibir los rayos solares.

La hidratación
Según el Observatorio de Hidratación y Salud, en circunstancias normales es recomendable ingerir unos dos litros de líquido al día. Pero en situaciones especiales, como ambientes de calor y temperaturas altas, es necesario beber tres litros o más. Es lo que recomienda también la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), entre 2 y 2,5 litros de agua al día y 2,6 litros en las mujeres durante la lactancia.

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