Sr. Franklin Lithgow, presidente de Macarfi Republica Dominicana
Sr. Franklin Lithgow, presidente de Macarfi Republica Dominicana

Santo Domingo, R.D.

La noche del lanzamiento de la Guía Macarfi – República Dominicana quedará registrada como un hito en la historia gastronómica del país. Con un evento elegante y lleno de emoción, la capital dominicana se convirtió en el epicentro de una celebración que reconoció la riqueza culinaria nacional y posicionó a la República Dominicana en la esfera gastronómica global.

El evento reunió a autoridades del sector público, empresarios, chefs, académicos, críticos, diplomáticos y amantes de la buena mesa, quienes aplaudieron la inclusión del país caribeño en una de las guías gastronómicas más influyentes de Europa. La Guía Macarfi, nacida en Barcelona, ha venido posicionándose como una alternativa fresca, independiente y creíble frente a otros sistemas de clasificación más tradicionales.

Un reconocimiento a lo que ya existe

“La Guía Macarfi no llega a imponer criterios. Llega a reconocer lo que ya existe: una República Dominicana con alma gastronómica, con sazón en la sangre y con fuego en el corazón”, expresó uno de los fundadores de Macarfi RD durante su inspirador discurso.

Más que una lista de restaurantes, esta guía viene a documentar una revolución silenciosa que desde hace años fermenta en el país: el surgimiento de una nueva generación de cocineros, emprendedores y productores que elevan la gastronomía dominicana con visión global, pero con raíces firmes en lo local.

El discurso inaugural también rindió homenaje a Esperanza Lithgow, figura emblemática de la cocina dominicana y una de las grandes promotoras del sabor criollo dentro y fuera del país. Su legado, señalaron los organizadores, es inspiración para esta guía y para quienes continúan su labor desde los fogones.

“Esperanza no fue solo una cocinera extraordinaria. Fue una embajadora del sabor dominicano. Con sus manos llenas de amor y sazón, nos enseñó que cocinar es un acto de generosidad”, expresó su hijo Franklin Lithgow P, con emoción ante un auditorio conmovido.

Más que cocina: identidad, cultura y desarrollo

El evento fue también una declaración de principios: la gastronomía no se reduce a platos bien elaborados. Es cultura viva, es herencia, es resistencia, es industria, y es futuro. El acto reconoció no solo a chefs, sino a toda la cadena de valor: agricultores, pescadores, panaderos, meseros y artesanos que, día a día, construyen sabor dominicano desde la raíz.

“Cada bocado dominicano es una sinfonía de herencias africanas, técnicas europeas, coraje indígena y creatividad caribeña”, destacó Lithgow . “Desde un casabe con chivo guisado hasta un tartar de atún con mango y ají gustoso, somos mezcla, y esa mezcla es nuestra virtud.”

La inclusión de la República Dominicana en esta prestigiosa guía representa también un espaldarazo al creciente interés global por el turismo gastronómico, una tendencia que combina experiencia, identidad y sostenibilidad, y que en el país tiene un potencial extraordinario por su diversidad culinaria, biodiversidad y hospitalidad natural.

“No hay diplomacia más poderosa que la comida. No hay inversión que devuelva más que una experiencia gastronómica que emociona y conecta”, afirmó durante el evento.

Un nuevo capítulo para la gastronomía dominicana

La Guía Macarfi RD llega después de más de un año y medio de trabajo, durante el cual un equipo local e internacional visitó decenas de restaurantes en todo el país, evaluando calidad, técnica, propuesta y experiencia. La edición inaugural destaca a los diez mejores restaurantes del país, así como a talentos emergentes, cocinas regionales, experiencias únicas y proyectos que apuestan por la sostenibilidad.

Esta selección representa apenas el inicio de un proyecto de largo plazo que buscará documentar, visibilizar y promover lo mejor de la cocina dominicana dentro y fuera del país.

La noche cerró con un llamado colectivo a seguir construyendo país desde la cocina, con autenticidad, excelencia y orgullo. Porque como se dijo al finalizar el evento:

“Quien prueba nuestra comida… se queda. Se queda por el sabor, por la risa compartida, por el calor humano. Y esa es nuestra mejor carta de presentación ante el mundo”.

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