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Desde su infancia, Kafka vivió bajo la sombra de un padre autoritario que lo marcó emocionalmente. Esa tensión familiar no solo construyó su personalidad; también encendió la creación de un genio literario que canalizó su sufrimiento en relatos intensos y universales.
La relación con Hermann Kafka fue tensa y violenta. En 1919, Franz escribió la Carta al padre, un extenso documento de más de 100 páginas criticando su educación represiva y humillante, que no llegó a ser entregada . Este episodio reveló el sufrimiento interno del escritor y su influencia en obras como La Metamorfosis o El Proceso, llenas de figuras autoritarias y alienación.
El maltrato paterno moldeó la visión kafkiana del mundo: personajes sometidos a poderes inexplicables, burocracia alienante y opresión silenciosa. Ese sufrimiento autobiográfico se tradujo en ficciones explosivas que aún resuenan en la cultura contemporánea como paradigma de lo “kafkiano” .
Lo que debes saber de franz kafka
- Kafka sufrió maltrato psicológico y emocional por parte de su padre.
- Escribió la famosa Carta al padre en 1919, nunca entregada.
- Su obra reflejó el abuso y la alienación familiar.
- Elementos del “Kafkaesque” (absurdo y opresión) nacen de esta relación.
- La historia personal sostiene la relevancia contemporánea de su legado.
¿Quién fue Franz Kafka?
Franz Kafka (1883-1924) fue un escritor checo conocido por la oscuridad de sus obras. A diferencia de otros escritores, Kafka se dedicó a escribir sobre maltratos físicos y psicológicos de personajes ficticios que en realidad camuflajeaban su propia vida. Su trabajo no recibió reconocimiento en vida. Pero hoy es considerado una de las figuras más importantes de la literatura universal.
Una infancia llena de depresión, miedo y ansiedad
Franz Kafka era el mayor de seis hermanos. Su padre, un hombre fuerte, autoritario y muy violento, era la figura central de la familia, su madre, por otra parte, era débil, sumisa e incapaz de defender a sus hijos del carácter de su padre.
Dos de sus hermanos murieron muy jóvenes (de 6 y 8 meses), esto traumatizó a Franz puesto que en numerosas ocasiones había deseado que desaparecieran, por meros celos infantiles. Sintiéndose levemente culpable por la muerte de sus hermanos y sometido totalmente por la figura de su padre, desde muy niño conoció la tristeza y la frustración.
No era un niño sociable, se dedicaba a estudiar y a leer todo el día escondido en su habitación. Desde pequeño había decidido que sería escritor, disfrutaba plenamente leer y resultaba un escape de la realidad perfecto, pero esta carrera estaba totalmente en contra de los preceptos de su padre.
Obligado por su padre, estudió leyes y trabajó como abogado la mayor parte de su vida, pero no abandonó la escritura, siempre fue su aliada y acudía a ella en búsqueda de placer y esparcimiento.
Carta al padre: 47 páginas que cambiaron su vida
Cansado, frustrado y lleno de sufrimiento, Kafka decidió armarse de valor y escribirle una carta a su padre, en la que le explicaría todos sus sentimientos y todo lo que lo había hecho sentir hasta el momento. La carta comienza así:
“Me preguntaste una vez por qué afirmaba yo que te tengo miedo. Como de costumbre, no supe qué contestar, en parte, justamente por el miedo que te tengo, y en parte porque en los fundamentos de ese miedo entran demasiados detalles como para que pueda mantenerlos reunidos en el curso de una conversación. Y, aunque intente ahora contestarte por escrito, mi respuesta será, no obstante, muy incomprensible, porque también al escribir el miedo y sus consecuencias me inhiben ante ti, y porque la magnitud del tema excede mi memoria y mi entendimiento”
Franz Kafka
En el escrito, narra numerosas experiencias terribles que tuvo junto a su padre. Quería hacerlo entender por qué se sentía así, por qué le guardaba rencor y por qué le tenía miedo. Le explicaba lo frustrado que se sentía al nunca haber recibido amor. Lamentablemente la carta nunca llegó a manos de su padre.
Después de escribirla, Kakfa se la entregó a su madre para que ella fuera la que se la entregara en su nombre, pero esta se acobardó y le dijo que la vida continuaría mejor si él nunca se la entregaba. Franz, no pudo hacerlo por miedo y nunca se la dio.
Una simple petición le generó un terrible castigo
Kafka se esfuerza por explicar lo que sentía en cada uno de los momentos. Cuenta desde verse esquelético y débil al lado del fornido y fuerte cuerpo de su padre en la playa, hasta un episodio muy particular que -según el escritor- lo traumatizó de por vida:
Una noche Franz, quien ya estaba acostado en su cuarto, se levantó de madrugada con ganas de tomar agua, cuando salió de la cama, su padre lo descubrió y enfurecido lo cargó. Corriendo por el pasillo con el niño en brazos, abrió uno de los balcones de la casa y lo dejó en la intemperie, toda la noche. El frío casi intolerable quemó a Franz quien solo tenía una pijama suave para protegerse.
Después de ese episodio, el escritor asegura que se volvió mucho más obediente -pese a que nunca se caracterizó por ser un niño rebelde- lo cuenta así:
Fui mucho más obediente a raíz de ese episodio, pero me hizo un daño incalculable por dentro. Incluso años después, aun sufro pensando en que mi padre, esa figura fuerte y autoritaria, tomó mi delgado y esquelético cuerpo, casi sin razón y me castigó. Me dejó a congelarme en la ventana como si yo fuera nada.
Un hombre extremadamente desdichado en el amor
Su inestabilidad emocional le impedía mantener relaciones sentimentales estables. Su padre no era su único problema. A raíz de sus frustraciones infantiles, Kafka nunca pudo establecer relaciones sentimentales estables y duraderas. Sufría de un terrible e incontrolable apetito sexual que lo convirtieron en un adicto a los burdeles, las prostitutas y la pornografía.
Tuvo numerosas relaciones emocionales en su vida, pero ninguna fue fructífera. La más reconocida fue con una joven muy inteligente y respetada de la época llamada Felice Bauer.
La relación era tan seria que llegaron a estar comprometidos, compartieron una correspondencia de más de 500 cartas de amor, que después serían publicadas bajo el título de Cartas a Felice en 1955. Toda la relación terminó por la decepción de Kafka por la reacción que Felice tenía de sus escritos, que parecían no importarle demasiado.
¿Qué sucedió con Kafka?
Kafka nunca tuvo hijos, ni esposa. Durante toda su vida fue un hombre enfermizo, sufría constantemente de problemas respiratorios y alergias. En 1924 con 41 años se enfermó de tuberculosis, esto le afectó terriblemente la laringe y el dolor al comer era insoportable.
Pasó sus últimos días escribiendo en el hospital una historia sobre un fenómeno de circo que no le gustaba comer, poco antes de terminarla, murió.
El dato:
- Kafka quemó alrededor del 90 % de sus escritos en vida por inseguridad personal; tras su muerte en 1924 (tuberculosis), Max Brod desobedeció su deseo de destruir sus obras, lo que permitió su reconocimiento.
- El término kafkiano nació en 1930 para describir realidades absurdas y alienantes reflejadas en su narrativa, influenciado por su experiencia personal.