Un piso más abajo

Cine de antropología social. Las relaciones de poder y los antagonismos sociales, la violencia de género presentada en diferentes y complejas tramas. El escenario se da en la Rumanía actual y el acontecimiento es el suicidio (¿o asesinato?) de…

Cine de antropología social. Las relaciones de poder y los antagonismos sociales, la violencia de género presentada en diferentes y complejas tramas. El escenario se da en la Rumanía actual y el acontecimiento es el suicidio (¿o asesinato?) de una mujer. La contradicción es puesta en la ambivalencia o dilema de un testigo, hombre, en que guion y dirección procuran “cirugirzar” (me la acabo de inventar), abrir con “mano de cirujano” el arco social y cultural entre la realidad objetiva y la propia conciencia del testigo para quien la muerte de la mujer es un crimen perpetuado por un vecino (con lo que el filme va descubriendo lo que somos y lo que queremos ser). Para esto se vale de un cincel etnográfico que logra penetrar y exponer las fuertes contradicciones humanas, independientemente de culturas y pueblos, y es que no se trata solo de la sociedad rumana pues amplía su horizonte y logra penetrar en nuestra conciencia. Esas escenas que muestran el cotidiano del protagonista-testigo, que pueden resultar aburridas y triviales, son el contrapunto con el asesinato y procuran crear un vínculo entre filme y público en los que muestra lo inverosímil de nuestras vidas frente a la violencia de género. Cuenta la vida como la vida es, entre sus puntos de inflexión, como igual es nuestro cotidiano cercado por la violencia. La cámara, en la elección narrativa, procura comportarse también como testigo, como si de un documental se tratara, sin las consabidas tomas típicas y los encuadres cinematográficos, sin dinámicos cortes y montaje rimbombante. Eso le transfiere credibilidad, de cosa que no se ha manipulado. Muy en la tesitura y estilo de Hitchcock que procura siempre la dimensión psicológica de los personajes en situaciones límites, aunque obviamente se distancia de la maestría del maestro por la propia constancia en mantener rigidez narrativa y rehuir al consabido clímax. No obstante, esa misma dilación escénica representa la tracción cinética de todo el filme, sin las cuales no tiene razón dramática de existir. Cada toma atiende a un detalle etnográfico repleto de significado que permite transmutar a la propia vida para encontrar perspectivas que denuncien comodidades, principios y justificativas que riñen con el bien común. Pues bien, es el tipo de cine polémico, indispensable como herramienta de estudio antropológico incluso para cualquier sociedad. (En Novo Centro). l

HH HH H Género: Thriller psicológico.
Duración: 93 minutos.

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