Ciertamente, mientras no se aprenda a contar hasta diez y otra vez diez, jamás podremos librarnos de muchos malos momentos.
Algunos lo hemos perdido todo en un arrebato de ira.
Muchos hemos llorado y nos hemos sentido morir por una actuación que para nada representa lo que en verdad llevamos dentro.

Cuando actuamos por impulso no estamos utilizando la razón al máximo, aún cuando nos expresemos con la mayor propiedad, pues cuando se actúa por impulsos, no se tiene tiempo para pensar y menos para medir consecuencias.

Es verdad, a muchos nos pasa constantemente, pero al menos una vez lo que provocamos en otro, es tan doloroso que termina con la tranquilidad y la felicidad propia.

Hace mucho tiempo, ya no recuerdo por qué, me propuse que cada vez que sentía algún malestar, cuando alguien que yo sabía que me amaba, me hacía algo que me lastimaba, iba a escribir mi reacción, mi queja, el producto de la ira del momento, guardaría lo escrito y cuando estuviera calmada, con un nivel de lenguaje más apropiado y considerado, le haría saber que lo que había hecho o dicho, me había dolido.

Muchas veces somos nosotros quienes con nuestras malas actitudes llevamos a los otros a decirnos cosas que nos hieren, que nos duelen y cuando esto sucede solo pensamos en nuestro dolor, en nuestra tristeza y somos incapaces de ponernos en el lugar de aquel que aún amándonos tanto lo hemos empujado a decirnos alguna palabra dolorosa, para luego reaccionar ofendidos. Eso es ser injustos.

Siempre he escuchado que nunca es tarde para hacer y enmendar y aunque el daño sea irreversible y jamás seamos vistos con los mismos ojos, no está de más comenzar a reconocernos, admitir que muchas veces no somos todo lo agradecidos que debemos ser, que muchas veces alguien nos da todo y más, pero nunca estamos satisfechos, que algunos entran y salen de nuestras vidas llenos de dolor al notar que no supimos apreciarlos ni valorar sus sentimientos.

Tratemos de evitar sembrar decepción en el corazón de quien solo nos ha dado amor a manos llenas, tratemos de controlar nuestras acciones para no provocar reacciones que nos harán sufrir toda la vida.

Posted in Sociales

Más de gente

Más leídas de gente

Las Más leídas