En el día de hoy se cumple el 123 aniversario del nacimiento del héroe nacional, Gregorio Urbano Gilbert, quien el pasado domingo recibió el justo honor de llevar sus restos al Panteón de la Patria.
A continuación reproduzco un resumen de las palabras que, en mi condición de coordinador de la Comisión de Exaltación de Gilbert, creada por el presidente Luis Abinader, pronuncié en la Fortaleza Ozama frente a los restos del héroe nacional, ante del traslado a su morada final.

Gilbert era un gran olvidado

“Con esta actividad, donde se trasladan los restos del héroe nacional, Gregorio Urbano Gilbert, hasta la augusta sala del Panteón de la Patria, estamos saldando una deuda histórica. Gilbert durante mucho tiempo fue un gran olvidado en la sociedad dominicana.

“Nunca, hasta ahora, se le había reconocido su gran aporte a la defensa de la patria dominicana. Nunca, hasta ahora, se le había rendido el tributo que merecen los hombres y mujeres que entregan toda su vida para defender la libertad y la soberanía nacional.

“Por el contrario, hasta el año 2019, cuando fue estrenado el documental “Gilbert, héroe de dos pueblos”, él era un desconocido, un simple panadero que caminaba por Ciudad Nueva lleno de un heroísmo sin precedentes, pero sin ser valorado en su justa dimensión. Y peor aún: muchas veces siendo maltratado y ultrajado de palabras y hasta de hechos.

“Cuando Gilbert falleció, el 29 de noviembre del 1970, a su entierro asistieron pocas personas. El gobierno de entonces, ni siquiera se dignó en enviar una delegación oficial. No se le rindieron honores especiales. Fue enterrado en el cementerio nacional de la avenida Máximo Gómez, pero muy pocos visitaban su tumba o sabían que él estaba allí. Hasta el punto que la única lápida que tenía su tumba, se la había colocado el gobierno de Nicaragua, y no el Gobierno dominicano. Pero a partir de febrero del 2019, las cosas cambiaron con la figura y el ejemplo del héroe nacional.

Ley 162-19: Gilbert, Héroe Nacional

A solo tres meses de estrenarse el documental, el 24 de mayo del 2019, el presidente Danilo Medina promulgó la Ley 162-19, aprobada por el Congreso Nacional días antes, mediante la cual se consagra a Gregorio Urbano Gilbert como “Héroe Nacional”, se declara el 10 de enero de cada año como “Día Nacional de Gilbert” y se coloca su nombre al Puerto de San Pedro de Macorís.

Después de ese justo reconocimiento, solo faltaba que los restos del patriota se colocaran en el Panteón de la Patria. Y ese acto de justicia lo realizó el presidente Luis Abinader, quien con el decreto 8-21 del 14 de enero de este año, ordenó el traslado de Gilbert al Panteón de la Patria y creó la comisión que hoy concretiza ese mandato presidencial con esta ceremonia.

Gilbert es sinónimo de patriotismo y defensa sin tregua de la dominicanidad. Cuando las tropas estadounidenses invasoras desembarcaron por el puerto de San Pedro de Macorís, el 10 de enero de 1917, Gilbert los enfrentó. Solo. Con un sencillo revólver y con el corazón lleno de amor a la patria. En ese momento, tenía tan solo 17 años de edad.

Cuando en el este del país se formó el movimiento patriótico para enfrentar esa intervención de 1916, que ha sido llamado injustamente como “Los Gavilleros”, ahí estuvo Gilbert, luchando en el campo de batalla como el que más, lleno de amor por la patria. Cuando fue apresado por las tropas estadounidenses interventoras, torturado salvajemente y condenado a pena de muerte, nunca se arrepintió de haber defendido la patria dominicana.

Gilbert fue maltratado y golpeado de forma salvaje por los invasores estadounidenses de 1916. Se le hizo un juicio irregular y fue condenado a morir en la horca. Pero, por gestiones del sacerdote Rafael Castellanos, cura párroco de Puerto Plata, y de su propio hermano José, se le cambió la pena de muerte por cadena perpetua.

En las ergástulas de la Fortaleza Ozama, estuvo preso y torturado, por un tiempo de “cuatro años, ocho meses y 28 días”. El 2 de noviembre de 1922, fue indultado y liberado, fruto también de los esfuerzos del padre Castellanos y de su hermano José. Al ser liberado, y viendo que su pueblo todavía estaba intervenido por tropas extranjeras, Gilbert encaminó su compromiso patrio hacia Nicaragua. Se integró al ejército del general del hombre libre, Augusto César Sandino, en su lucha en contra de la intervención militar de Estados Unidos a Nicaragua en 1927.

Cuando nuevamente en 1965, las tropas militares estadounidenses intervinieron nuestro país y mancillaron por segunda vez la soberanía nacional, ahí estuvo Gilbert, al lado del pueblo dominicano, junto con el coronel Caamaño y las tropas constitucionalistas, defendiendo el honor y la dignidad nacional.
En ese momento, tenía 66 años de edad, estaba enfermo, pero nada le impidió responder el llamado de la patria, igual que cuando tenía solo 17 años.

Gregorio Urbano Gilbert tiene el honroso récord de ser el único patriota dominicano, que ha enfrentado y luchado en contra de las dos intervenciones militares de los Estados Unidos a nuestra nación, la de 1916 y la de 1965.

Gilbert, un ejemplo para los jóvenes

Gregorio Urbano Gilbert es un verdadero ejemplo para las presentes y futuras generaciones. Los jóvenes de hoy deben beber en las fuentes del ejemplo y la entrega de Gilbert, en su profundo amor a la patria, en su entrega por un ideal sin pedir nada a cambio, en su honestidad, en su espíritu solidario internacional y su firme defensa de la soberanía de los pueblos de América Latina. Gilbert es un modelo y un referente para la juventud y los líderes dominicanos de este tiempo.

Con este acto de traslado de los restos de Gilbert al lugar donde siempre debieron estar, se hace justicia y se confirma lo que dice la Biblia en el Salmos 112:6 de que: “el justo siempre será recordado”.
(25 de mayo 2021)

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