Albert Ramdin pide "diálogo" con Venezuela: "No voy a discutir si es una dictadura o no"
Albert Ramdin pide "diálogo" con Venezuela: "No voy a discutir si es una dictadura o no"

Con el inicio hoy en Antigua y Barbuda de la 55ª Asamblea General de la OEA, se abre para República Dominicana una nueva oportunidad de insistir a sus pares continentales sobre la necesidad de que se involucren en serio en la solución de la crisis en Haití.

Favorece esa oportunidad que es la primera gran cita del nuevo secretario general del organismo, el surinamés Albert Ramdin, que en su discurso de asunción al cargo el 30 de mayo pasado anunció que la crisis humanitaria en Haití estará en “lo más alto” de su agenda.

Esta asamblea también es importante porque, como parte de su tarea habitual, el canciller Roberto Álvarez encabezará una reunión ministerial para dar seguimiento a los trabajos de la X Cumbre de las Américas, que se celebrará en Punta Cana a finales de este año.

Por los temas estipulados, esta reunión es trascendente, aunque no hay que hacerse muchas ilusiones porque los acuerdos sobre Haití en eventos anteriores semejantes resultaron insuficientes y solo fueron declaraciones que muestran “preocupación” por la inseguridad, la proliferación de bandas armadas y el aumento de las violaciones de derechos humanos.

El lema de esta 55ª Asamblea General es casi para un seminario académico: “Construyendo un hemisferio seguro, sostenible y de prosperidad compartida”, pero con lo de Haití cada vez más preocupante, cualquier escenario debe ser aprovechado.

Habrá que cuidarse de que a República Dominicana no se le imponga ninguna camisa de fuerza sobre otros temas ajenos a la agenda y, si se quiere, a la región, como los acontecimientos en Oriente Medio.
Lo advertimos por las declaraciones atribuidas a supuestos altos cargos del Departamento de Estado norteamericano que estarían pidiendo a los países latinoamericanos definir “de qué lado están” en este conflicto.

En cuanto a República Dominicana y la crisis Israel-Irán, ya el presidente Abinader afirmó que se impone “trabajar por la paz”, una respuesta diplomática que cierra la posibilidad de involucrarse en una lejana y ajena conflagración.

Por lo demás, la crisis haitiana y sus repercusiones son suficiente preocupación para República Dominicana, y habrá que seguir insistiendo hasta que la comunidad internacional abra los ojos y los oídos a la necesidad de aportar soluciones, porque esta situación va camino a convertirse en un problema regional.

Posted in Editorial, Opiniones

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas