El ultraderechista Jair Bolsonaro ganó las presidenciales de Brasil, lo que muchos consideran un seguro paso hacia autoritarismo y una amenaza no solo a democracia y libertad, sino a pueblos indígenas y clima global, pues se dice que quiere entregarles la Amazonia para explotación económica a terratenientes, quienes le apoyan. Es mucho lo que se ha hablado, comentado y especulado sobre este nuevo caso de coqueteo con el autoritarismo, que parece ser el espíritu de estos tiempos y motiva ahora mucho análisis político-filosófico. Consumado el hecho, resta esperar a ver si habrá coincidencia entre su retórica autoritaria y los hechos, y cuanto tiempo le darán los brasileños que votaron por él si no cumple las grandes expectativas que ha despertado.