“Aquí también hace falta ayuda”, dijo a la BBC un residente de Cúcuta, ciudad colombiana en la frontera con Venezuela, centro de almacenamiento de la “ayuda humanitaria” para la República Bolivariana. ¿Si “ayudan” a Venezuela, por qué no también a esa ciudad o a Haití? Venezuela lo necesita; la crisis política ha conducido a una devastadora crisis económica, la carestía y el desabastecimiento de alimentos y medicinas asolan al pueblo de un territorio naturalmente rico. Pero esta ayuda es geopolíticamente interesada, está lejos de sincero propósito humano. Inicia esta semana y todo indica que la crisis venezolana seguirá agravándose, lamentablemente, con las sanciones y presiones internacionales. La vía legal es resolver los venezolanos su situación interna mediante –roguemos- el diálogo.

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