Su presidencia se caracterizó por reformas liberales que muchos entienden “escandalosas”, como legalización de la marihuana, unión de gente del mismo sexo y aborto. Por otro lado, se hizo famoso en todo el mundo como ícono de austeridad. Calificado del presidente “pobre”, aclaraba que no era tal, sino austero, uno que precisa poco para vivir. Pobre, decía, no es quien tenía poco sino “quien quiere mucho y malgasta su vida intentando comprarlo”. Del poder opinaba que “no cambia a uno, sino que revela quién realmente es”. Citó como su gran frustración no haber podido reformar la educación uruguaya como quería. Fue José -Pepe- Mujica, paradigma de político “atípico”; latinoamericano inolvidable.