La humanidad ha ido aumentando su expectativa de vida. Ahora vivimos más que antes, algo positivo. Sin embargo, una mayor expectativa de vida ha obligado a replantear algunas cosas, como la edad de retiro. Algunos países la han subido de 65 a 70 años. Nosotros por nuestra parte la fijamos en 60 y ahora se ha mencionado subirla a 65, lo que no ha caído bien pero es una de las reformas propuestas para que sean algo más dignas las pensiones que recibiremos cuando nos retiremos. Si vivimos más, luce razonable retirarnos más tarde, si queremos que sean viables los sistemas de pensiones. El mercado laboral no puede por su parte ignorar eso, sino que tendrá que adaptarse también a la nueva realidad.

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