Señor director. Una de las cosas que más llaman nuestra atención, es cuando algo se sale del conjunto rompiendo los esquemas o la monotonía. A veces nos hace sentir incómodos, porque nos parece grotesco, desproporcionado, incongruente, o desagradable. Otras veces nos causa admiración, porque siendo diferente, encaja a la perfección y nos deja con una agradable sensación. Ese es el efecto que produce la armonía en el conjunto.

En la actualidad, las cosas han tomado un curso rápido y cambiante que nos ha hecho reevaluar nuestros valores y adaptarnos a los tiempos modernos, al principio, estos cambios fueron más bien desagradables, incongruentes con la realidad que se vivía y nos ha costado mucho a la gran mayoría asimilarlo y aceptarlo como bueno y válido, armonizarlo en nuestras vidas… Pese a esto, algunas cosas siguen siendo inaceptables, descabelladas y repudiadas, por más que se quiera demostrar que no es así, aún nos queda algo de pudor y valores morales, siguen desentonando y estando carentes de armonía.

Se ha dicho que estas cosas se han incorporado en la sociedad para tratar de aceptarnos como somos y respetar las opiniones y decisiones de los otros, y las diferencias que tenemos de: género, raza, creencias, estrato social y un montón de etc.

Deberíamos acoplarnos para hacer de este mundo un apacible, seguro e ideal paraíso, donde todo sea de todos y nadie se apropie de nada, trabajar juntos en pos de una vida de disfrute, respeto y sobre todo armonía y amor.

Podría parecer utópico o descabellado este pensar, si incluso en las mejores familias hay disputas y enemistad. Pero si se van al meollo del asunto solo hallarán una respuesta lógica y colectiva, “AMBICION”, y de ella se derivan el egoísmo, la envidia, el odio y todas las demás cosas que causan los conflictos, los celos, las guerras, el desamor…

La vida como la conocíamos hasta hace poco, está en agonía, está surgiendo una nueva forma de vida, quizás no tan humana, ni tan libre, pues dejaremos de pensar por nosotros mismos para formar un pensamiento colectivo y conducirnos por él. La llegada del internet cambió el curso de la historia. “Seremos personas que giraremos en torno a cosas inexistentes”.

No dejes de pensar, actuar, vivir y renacer por ti mismo. Se puede vivir de otra manera y seguir siendo dueños de nuestros pensamientos. Mira bien los lugares que frecuentes, las personas, los pensamientos que se asoman a tu mente, busca siempre encontrar ese punto donde deben armonizar las cosas, donde se acoplan bien. Mueve montañas de incomprensión y sacúdete esa ignorancia que acecha con desalmadas intenciones. Somos un colectivo humano, pero también somos individuos que sienten y piensan de forma diferente. El mundo cambia y la vida con él, pero no para destruirnos, si no reafirmando y mejorando lo que somos como humanos, como parte y todo de este bello hábitat. Nutriéndonos del amor que fuimos, somos y siempre seremos, lograremos que la armonía y serenidad, sean los pilares que sostengan ese enorme puente llamado humanidad, que conduce hacia la eternidad.
Idalia Harolina Payano Tolentino
Colaboradora

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