La patria agradecida recoge en su seno a sus héroes y mártires, pero los ciudadanos que la constituyen, que debían ser su vívida expresión, los olvidan. Así, cientos de patriotas que abonaron con sangre los más elevados valores patrióticos, las causas más justas y dignas, desaparecen sepultados en el campo del olvido, como si nunca hubiesen existido. Cuando esos prohombres aún tienen parientes vivos, sólo ellos se encargan de recordarlos con flores y escasas alabanzas. Ah, y uno que otro funcionario del Estado que se sacrifica acudiendo al ceremonial. El héroe de Abril, en un aniversario más de su caída, fue ayer acompañado por pocos. La queja no se hizo esperar y solidariamente la compartimos.

Posted in Dan de qué hablar

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas