¿Queja para qué?

Los apagones son ilimitados. Ocurren en cualquier zona. Ya los circuitos 24 horas desaparecieron. Las quejas son más que extendidas. Además de los apagones están las altas facturaciones, justo cuando el servicio de energía es cada vez peor, en el suelo. Las protestas reaparecieron, con las lamentables destrucciones de contadores en algunos poblados. Acciones contraproducentes, pero que reflejan el sentir de muchos habitantes, agobiados por el calor. No le vamos a agregar otros ingredientes igualmente agobiantes. Preferimos quedarnos con los mosquitos que puyan cuando resulta imposible prender los abanicos, el inversor o el aire acondicionado entre quienes pueden un chin más. Los apagones están de madre y no vale quejarse. Nadie responderá. ¿Quejarse para qué?