Al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) se le hace tarde para deshacer las amarras con el gobierno del presidente Danilo Medina para estar en condiciones de participar “solito” en las elecciones presidenciales de 2020, como ha proclamado su presidente Miguel Vargas Maldonado, canciller de la República. El achicamiento del PRD, medido por las últimas elecciones y por su pobre dinámica, se acentúa cada día, y eso se agrava cuando algunos de sus representantes actúan como mandaderos del gobierno en un escenario como el Congreso Nacional, donde se supone que hay más libertades para maniobrar según el interés propio. Un ente con verdadera vocación de poder no se quiebra la cerviz durante tanto tiempo sin quedar torcido para siempre.

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