Es frecuente que ante la proximidad de los días de Navidad algunos planteen una “tregua”, una tregua entre los políticos. Que no haya ataques y que la gente sea dejada tranquila para pasar varios de esos días feriados. La realidad es que casi siempre esa denominada tregua se cumple, al margen de la voluntad de los políticos. La mayoría de los dominicanos está en otra cosa y es la misma dinámica social que impone eso que se ha venido a llamar de esa forma. Sin embargo, esta vez los actores han seguido en campaña, sea mediante los donativos de ocasión o con los consabidos ataques. En beba o no, los políticos están al asecho.

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