Una metáfora es una figura retórica, muy recurrida en lenguaje poético, que relaciona dos términos a modo de comparación, pero carece del nexo como, y sugiere una semejanza: Tronó la voz del capitán esa mañana, esa relación del sonido de una voz con el del trueno, es una metáfora.

Borges menciona en un viejo artículo titulado Las kenningar, palabra que en idioma danés significa identificaciones, una serie de metáforas utilizadas por los escaldos, antiguos poetas nórdicos semejantes a los juglares medievales, una de ellas; rocío de la espada, se refiere a la sangre, los alimentadores de cuervos son los guerreros, la pradera de las gaviotas es el mar, y así, estas viejas figuras lingüísticas que adornaron las sagas vikingas evolucionaron hasta formar parte del lenguaje cotidiano actual, donde un “prisionero” es un tornillo fijo que ajusta una pieza y que solo puede quitarse si se rompe, en este país un “hierro” es cualquier herramienta de mano, un grifo es una canilla, pero originalmente era una criatura mitológica con cuerpo de león y cabeza de águila y por su parecido se nombra así a la llave de agua. Neruda escribe en su poema 10: “He visto desde mi ventana la fiesta del poniente en los cerros lejanos” para referirse al atardecer.

Un eufemismo en cambio es una expresión que trata de suavizar una realidad que sonaría muy mal si se utilizaran términos directos, o para disfrazar una situación crítica, por ejemplo, cuando la producción de un país cae se habla de resultados a la baja, en lugar de negativos, reacomodamiento de precios, cuando se trata de aumentos, si las bolsas experimentan pérdidas se dice que cerraron con números rojos, y cuando la economía sufre un déficit se habla de “crecimiento negativo”, es decir un crecimiento que no crece, o peor, que baja en lugar de crecer.

Tanto los eufemismos como las metáforas, son ejercicios inteligentes del lenguaje, porque disfrazan lo que nadie se anima a decir de manera directa y brutal.

Para hablar de los muertos se usan términos igualmente eufemísticos, como fallecimientos, o decesos, y en el caso de los enfrentamientos armados en conflictos se habla de “bajas”. Aquí en Dominicana para decir que alguien murió y pasó a “mejor vida” se recurre al béisbol: “Ya firmó pa’ los yanquis”.

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