Abinader advierte que RD jamás será arrastrada al abismo de Haití
Abinader advierte que RD jamás será arrastrada al abismo de Haití

La situación de caos generalizado en Haití, donde se vive una pavorosa crisis institucional y existe un vacío total de poder por la ausencia de autoridades legitimadas, es de una peligrosidad extrema para la República Dominicana, por lo que expresamos nuestro apoyo incondicional al presidente y a su proclama en Naciones Unidas para evitar que el país sea arrastrado al mismo abismo que Haití.

Por enésima vez Abinader clama para que la comunidad internacional se ocupe de Haití y cumpla sus promesas y compromisos para la integración de una fuerza “pacificadora” que lideraría Kenia.

Se puede afirmar que durante su intervención del martes en el Consejo de Seguridad el mandatario dominicano subió el tono, e instó a sus compatriotas a estar preparados, y no es para menos.

“Nuestra consigna de hoy en adelante será: o luchamos juntos para salvar a Haití o lucharemos solos para proteger a la República Dominicana”, afirmó.

No es que la población dominicana esté lanza en ristre, pero sí prevenida para afrontar cualquier circunstancia, la que sea, porque inclusive, aunque ha sido vendida como posible salida, hay dudas más que razonables de que los mil policías kenianos puedan marcar la diferencia y resultar significativos para revertir el caos que allí existe.

Por eso es que no vemos determinante la parte de la alocución en la que se hace énfasis en que los países que se comprometieron a dar sus aportes económicos lo honren, porque creemos que se podrían aportar hasta los millones de Chaflán y no marcaría ninguna diferencia.

Cabe recordar, para reforzar el escepticismo respecto a la despreocupada actitud internacional, que para 2004 la Minustah, un contingente de entrenados cascos azules de la ONU, constituía una fuerza de paz con más de 20.000 militares en el terreno, y luego de 17 años se retiraron con el penoso balance de todo igual, y quizá peor.

Es momento de que reafirmemos nuestra identidad como nación y de arrimar el hombro a nuestras autoridades nacionales, aunque ojalá no se pretenda instrumentalizar políticamente el categórico mensaje de Abinader, con el que desenmascara actitudes inconsecuentes frente a la crisis haitiana y pone en evidencia a quienes pretenden que seamos únicamente los dominicanos los que nos hagamos cargo de los vecinos y de sus necesidades.

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