Está sustentado con cifras que el mejor atajo para salir a camino con la pandemia de la Covid-19 es inocularse con tres dosis y una de refuerzo para rematar, aunque la tercera en el país se asume como la de refuerzo.

Motivar la vacunación debe ser prioritario porque los números generales indican que, pese al gran empeño de las autoridades, hay rezagos, que comienzan con la población meta a ser inmunizada. ¿Recuerdan que antes de incorporar al rango de edad de entre 12 y 18 años el objetivo era 7.8 millones y se dijo que el esquema estaría completo en julio de 2021?

Pues no. Hasta ahora restarían más de 800 mil para alcanzar la meta inicial pautada para seis meses atrás sin contar a los de 12-18 años que fueron incorporados más adelante.

Hay otro retraso entre dosis, que no debiera ser tan grande porque son personas que acudieron a la primera y no han ido por la segunda y así sucesivamente.

Con una dosis hay 6,960,926, con dos dosis 5,732,824 y, con tres, 1,573,651, de lo que resulta que 1,228,102 que se inocularon la primera vez no han ido por la segunda y entre la segunda y la tercera el margen se agranda y es de 4,159,173.

¿Por qué no se hace un esfuerzo para atraer o llegar hasta esa gente si se sabe dónde está?

Hay que dar un sacudón a Vacúnate RD para inocular cada vez a más personas y crear conciencia de sus ventajas pues, como reveló anteayer el Ministerio de Salud Pública, una persona que se coloca la tercera dosis obtiene un 90 % de inmunidad contra la variante delta y 60 % contra la ómicron.

Algo también importante se pregona desde Estados Unidos: una persona con dos dosis, ni qué decir con tres, tiene un 74% más de posibilidades de no ser ingresada en cuidados intensivos y un 91 % de no fallecer.

Es por eso que decimos que vacunarse es un buen “negocio” y, por tanto, tiene que ser la gran apuesta, del ciudadano y de las autoridades.

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