Las dos frases con las que se titula este comentario, y que aparecen en el próximo párrafo, encierran un juicioso mensaje que, bien entendido y acogido, puede contribuir a poner fin al diferendo que mantienen las autoridades de salud pública y el Colegio Médico Dominicano.

“La construcción de un sistema de salud eficiente y de calidad necesita de la participación de todos los actores y, más que todo, de armonía y compromiso”.

La cita es parte del reciente documento que emitió la Comisión de Mediación y Testigos en el diálogo entre el Gobierno y el Colegio Médico Dominicano.

A parte de otros argumentos plasmados en el documento firmado por monseñor Jesús Castro Marte y los doctores José Joaquín Puello Herrera y Julio Amado Castaños Guzmán, el párrafo de la cita es un mensaje que refleja un sombrero que le sirve a ambas partes.

En general, el documento, “sin entrar en consideraciones ni asumiendo posiciones interesadas”, deja clara la posición de los comisionados, quienes ponen los puntos sobre las íes cuando plantean su compromiso con la promoción “de la reflexión y la acción civilizada”. Estas dos últimas frases son muy elocuentes.
Hablan mucho de lo que parece hacer falta en los protagonistas del conflicto. “No podemos, bajo ningún concepto ni argumento, aceptar el irrespeto ni el uso de la fuerza, como tampoco el uso irracional del derecho al reclamo civilizado, así como también acciones que afecten a inocentes y grupos vulnerables que no tienen otro espacio de llevar su enfermedad para ser atendidos con dignidad”.

Esta última reflexión no se escuchó ayer, cuando el Colegio Médico realizó la tercera jornada de paralización de los hospitales públicos en menos de 30 días, alegando incumplimiento de puntos del acuerdo firmado el año pasado, luego de 8 meses de negociaciones, mediadas por los comisionados que firman el documento citado en este comentario. El paro iniciado ayer es por 72 horas. Los dos anteriores fueron de 24 y 48 horas. Significa que cada vez es mayor el tiempo que los médicos les quitan a los pobres que van a buscar sanación.

La deshumanización de la medicina para los pobres se prolonga en el tiempo y en el espacio. Una pena.

Quizás, la dirigencia del CDM acoja el llamado de los comisionados de seguir mediando entre las partes en conflicto, para buscar una solución definitiva y duradera. Y para ello desista del paro.

Posted in Editorial

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas