Cibao FC acaba de lograr el título de campeón de la Liga Dominicana de Fútbol (LDF), coronando un esfuerzo de cuatro años de una organización que se ha enfocado en valores dentro y fuera del terreno.
El cetro obtenido tras la victoria 1-0 ante un digno rival como el Atlético San Francisco es el capítulo dorado de una historia que, como suele suceder en la vida, contiene los tragos amargos que preceden a un triunfo.
Se necesita sacrificio y recursos para no derrumbarse luego de derrotas como en la primera final a la que asistió la escuadra o los siguientes años en los que no se llegó a la última ronda del circuito. Es ahí donde precisamente se requiere de una visión colectiva que entienda que los resultados son a largo plazo y que mantener la disciplina y ética en el trabajo eventualmente dará el fruto anhelado.
La “Fiebre Naranja”, como se ha bautizado a la tropa, ya le dio al país un logro sin precedentes al llevarse en 2017 la Copa de Clubes Campeones del Caribe y, por vía de consecuencia, ingresar a la prestigiosa Liga de Campeones de la CONCACAF.
El conjunto siguió redactando páginas doradas para la historia del deporte dominicano cuando recibió en su recinto de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra en Santiago a las famosas “Chivas de Guadalajara”, un nombre de peso específico del fútbol mundial.
Esa fue una victoria fuera de la duela, ya que por primera vez República Dominicana tocaba aguas de respeto y prestigio en dicha disciplina, sin dejar de mencionar el hecho en sí de ser la sede de un partido de elevada categoría, donde los parámetros de calidad son innegociables.
Ahora conquistó el campeonato local para el deleite de su afición en Santiago, que se merece un reconocimiento mayúsculo por el apoyo brindado, prueba inequívoca de que se identifica con el Cibao FC, encaminado con pasos firmes a ser su nueva pasión.
Felicidades para los jugadores y todo su personal, a su dirigente Edward Acevedo, que supo poner al unísono a sus pupilos en aras del trofeo que hoy ostentan.
Enhorabuena para sus directivos, encabezados por el ingeniero Manuel Estrella, ya que acaban de demostrar que los sueños se materializan con entrega sin descanso.
