Por su envergadura y por la realidad a la que impactará, una de las acciones de mayor relevancia entre las que ha ejecutado el Gobierno ha sido el lanzamiento de la Política de Prevención y Atención a las Uniones Tempranas y el Embarazo en Adolescentes, puesta en marcha ayer en una actividad que encabezaron el presidente Luis Abinader y la primera dama Raquel Arbaje.
Precisamente la primera dama, presidenta honorífica del Gabinete de Niñez y Adolescencia, puso en contexto estos males que asegura constituyen una cuestión de orden moral que obliga también a toda la sociedad.
Citó Raquel Arbaje entre los factores que inciden en el embarazo en adolescentes y las uniones tempranas, la pobreza, la falta de educación sexual integral, la cultura social que naturaliza la maternidad y la historia de violencia física, psicológica y sexual en el hogar.
Ciertamente así es, y tal como ella lo resalta, es un enorme drama humano por los riesgos que implica.
También inciden otros aspectos preocupantes, como los que cuestan al país miles de millones de pesos y mantienen la pobreza intergeneracional.
El matrimonio infantil tiene fuerte impacto en la fecundidad, en la mortalidad infantil, en la desnutrición crónica, el abandono escolar, en los ingresos de las mujeres y en el desarrollo en la primera infancia.
Y está harto demostrado que el embarazo en adolescentes pone fin a las esperanzas y sueños de las niñas, que deberían crecer en un ambiente sano, donde se les eduque y se les mantenga alejadas de todo tipo de vicios.
Los estudios coinciden también en que las uniones tempranas tienen un efecto económico, social y personal en la vida de las jovencitas.
Quedan muchas tareas pendientes en una sociedad atrapada en reglas sociales machistas, pero es un paso de avance, en un largo camino, la puesta en marcha de esta política de prevención.
Felicitamos esta trascendente iniciativa gubernamental, con la cual se enfrenta un problema que se origina en gran medida, como certeramente se dijo ayer, en la indiferencia de un Estado que históricamente ha incumplido sus responsabilidades con nuestras niñas y adolescentes.
