Más sobre las primarias

El financiamiento de las primarias abiertas sigue siendo objeto de interés de todos, y parece que definitivamente es un asunto que deben resolver las organizaciones que optaron por ese método para seleccionar sus candidatos.

El financiamiento de las primarias abiertas sigue siendo objeto de interés de todos, y parece que definitivamente es un asunto que deben resolver las organizaciones que optaron por ese método para seleccionar sus candidatos.

El tema merece atención y no debe dejarse como en otros casos que sea decidido sin que la población juegue un papel vigilante, porque a fin de cuentas, será de los bolsillos de los contribuyentes de donde saldrán los cerca de 2 mil millones de pesos que se gastarán en ese ejercicio.

Por eso, hay que valorar el punto de vista de quienes entienden que en forma alguna el Estado debe disponer más recursos que los previstos en la ley para financiar los partidos.

Una declaración ayer de Ramón –Monchy- Fadul al vespertino El Nacional contribuye a esclarecer la cuestión, toda vez que anunció que el PLD asumirá el costo de sus primarias. ¡Magnífico!
Son necesarias algunas precisiones. Según el plan de la Junta Central Electoral (JCE), el costo de las primarias es de cerca de RD$ 2 mil millones. Pero este monto o parte, no debe tampoco deducirse de las partidas asignadas por el Estado a los partidos, porque las mismas son destinadas por la misma ley 33-18 para fines muy específicos. Hay una contradicción en la parte final del artículo 47 con el artículo 62 de la misma ley. Mientras el artículo 47 dice que los costos de las primarias serán “deducidos previo acuerdo con las organizaciones políticas, del aporte económico que proporciona el Estado a los partidos, independientemente de los aportes de la JCE en naturaleza y logística, el artículo 62 especifica cómo esos mismos recursos deben ser gastados:

1) No menos de 10% para los gastos de educación y capacitación atendiendo al contenido del numeral 1), del artículo 38 de la ley; 2) Un 50% para cubrir los gastos administrativos operacionales de la organización política (personal, alquiler, servicios); 3) Un 40% para apoyar las candidaturas a puestos de elección popular de manera proporcional en todo el territorio nacional.

Es decir, que esos fondos no son para celebrar primarias. El remedio está claro: Que cada partido asuma su costo, como parece decidido a hacerlo el PLD.

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