Ayer se conmemoró el Día Mundial del Sida, un evento que no se puede decir que se celebra porque se trata de la pandemia más prolongada que azota a la humanidad, aunque sus manifestaciones siempre han estado localizadas en sectores determinados de cada país.
La Organización Mundial de la Salud, la OPS y ONUSida han adoptado para el 2021 el lema “Pon fin a las desigualdades. Pon fin al Sida. Pon fin a las pandemias”, cuyo objetivo es resaltar la importancia de garantizar un acceso equitativo a servicios de salud y fortalecer las acciones en el primer nivel de atención sanitaria.
La prevención combinada del VIH y de los servicios de tratamiento son fomentados junto con la promoción del trabajo en las comunidades para llegar a las personas más vulnerables al VIH y a otras pandemias.
Resulta evidente que el Covid ha dejado lecciones aprovechables, como la distribución de medicamentos para varios meses, la implementación de la autoprueba para VIH y el empleo de la telemedicina, cuya incorporación rutinaria ha demostrado ser efectiva.
Sin embargo, con todo lo que se menciona más arriba no es suficiente, nunca lo ha sido porque uno de los principales problemas que enfrentan y padecen los afectados de sida es la discriminación, que puede ser un resultado de los prejuicios o de la desinformación, cuando no de políticas deliberadas que rayan en el desprecio por la vida.
De ahí la importancia de acabar con las desigualdades en el acceso a los servicios de salud, que siempre afectan a los más pobres.
Las políticas sanitarias que se aplican con justicia y sin discriminación son la mejor manera de respetar los derechos humanos, porque se pone el acento en preservar la vida de las personas, por encima de cualquier consideración.
Las personas afectadas de VIH tienen todo el derecho a vivir una vida digna, a recibir su medicación en tiempo y forma y a desempeñar actividades productivas siempre que les sea posible.
Traemos al presente una frase de una campaña argentina: “Para estar afectado de VIH basta con ser humano. Por favor, sea humano con quienes lo padecen”.
