La crisis en el suministro de agua potable se ha generalizado en el país. Ya no es solo en el Gran Santo Domingo y Santiago. Todos los acueductos que se nutren de presas están bajando sus niveles de producción de agua.
La situación es crítica y por tanto merece, además de medidas para enfrentarla en el corto plazo, que se adopten iniciativas para prevenir a más largo alcance porque todo indica que, producto del cambio climático, cava vez será más frecuente que el país sea afectado por prolongadas sequías.
Se ha planteado la necesidad de que el Estado construya más infraestructuras para almacenar agua porque el porcentaje del líquido que se pierde, que va a parar al mar, es muy alto.
Distintos expertos en la materia han cuantificado en seis al número de presas que es necesario construir.
Para el caso del Gran Santo Domingo se ha planteado como solución, la construcción de la presa de Madrigal, para aprovechar las aguas del rio Haina. El proyecto ha sido estudiado y explicado por las autoridades de la CAASD, pero no arranca.
Construir almacenamientos de agua es una medida importante, pero no la única para solucionar el problema del suministro del líquido que causan las sequías. También hay que proteger los ríos y demás fuentes acuíferas.
El Gobierno está involucrado en un importante proyecto, con financiamiento internacional, para reforestar las principales fuentes hidrográficas del país. Es un programa tan importante como construir presas, porque busca preservar las fuentes donde se alimentan los ríos. Para hacer presas debe haber río. El programa estatal, en desarrollo, está concentrado en la región Sur, en la cordillera Central. Debe ser extendido, replicado a toda la geografía nacional donde existan fuentes hidrográficas.
A la construcción de presas y reforestación de las cuentas hidrográficas debe agregársele el elemento educativo, tanto para el ahorro y buen uso del agua, como para crear conciencia de la necesidad de preservar ese recurso imprescindible para la vida humana.
Es necesario que la población sea consciente de una vez por toda que el agua es un recurso cada vez más escaso, con proyecciones a aumentar esa escasez.
Parece una paradoja porque la formación del planeta es dos terceras partes agua. Pero su escasez es una realidad amenazante.
