A través de su ministerio de Educación, el gobierno del presidente Luis Abinader está dando un importante impulso a la equidad social desde nuestro sistema escolar público.
Recuerdo como un discurso recurrente del visionario líder José Francisco Peña Gómez, la afirmación de que la inequidad más urgente a eliminar o reducir en nuestro país es el hecho de que mientras la educación privada capacita al educando para su superación de manera amplia, en la escuela pública ese criterio ha sido más limitado.

Como parte de la propuesta de cambio del gobierno Abinader, el Ministerio de Educación ha dado inicio la semana pasada a un programa para la enseñanza del inglés como segundo idioma, lo que dotará a los estudiantes de la escuela pública de una herramienta esencial para obtener empleo temprano y seguir avanzando en su formación.

Introducir en el curriculum de la enseñanza pública la lengua de Shakespeare, llamada también el idioma de los negocios, cumple plenamente con la estrategia Educación para Vivir Mejor, que impulsa el Minerd bajo la rectoría del doctor Roberto Fulcar y su equipo, lo que amplía la capacidad de nuestros estudiantes de escolaridad preuniversitaria a mejorar sus condiciones de vida y las de sus familias.

Una idea del impacto en la equidad social del nuevo programa lo advertía el presidente Abinader al puntualizar en el acto de lanzamiento, citando al directivo de Educa, Darwin Caraballo, el dato de un estudio estableciendo que no se conoce a individuos que dominen el idioma inglés que se mantengan ubicados por debajo de la línea de pobreza.

Ya antes el Minerd había iniciado la conversión de buena parte de los liceos en politécnicos, otro impulso para dotar a nuestros escolares de habilidades y capacidades que los pondrán en condiciones de insertarse mejor en el mundo laboral, avanzar en su calidad de vida y contribuir a que continúen ampliando su formación profesional.

Fortalecer la educación técnica e impartir inglés como segundo idioma son programas dirigidos a impactar el empleo, fortalecer nuestro servicio turístico, mejorar la capacidad dominicana de adaptación a las tecnologías de la comunicación y la información, y entrar en mejores condiciones a la llamada era del conocimiento.

Se trata, como puede verse, de pilares que ayudan a recortar la distancia por recorrer para alcanzar un sistema de educación de calidad, al tiempo que ayudan a reducir la cadena de reproducción de pobreza, y a estrechar la brecha de la inequidad social.

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