En el balance del match entre José Ignacio Paliza, del PRM, y Rubén Maldonado, de la Fuerza del Pueblo, queda claro que el primero es más preparado y mucho mejor expositor mientras que el segundo es más de trabajar en el terreno. A uno le sobra verbo y al otro, “tigueraje”. Pero ambos tienen en sus respectivos partidos quienes compensan sus debilidades.
Andrés Navarro
El jefe de campaña del PLD es uno de los representantes de una generación intermedia que en los últimos años ha brillado en esa organización y que conforman una suerte de reserva para un eventual relanzamiento. Son figuras con menos desgaste que los dinosaurios de la llamada OTAN, pero con más experiencia que los jóvenes, como Juan Ariel Jiménez, por citar un ejemplo. Navarro es un peledeísta con historia pero que tuvo un rápido ascenso en la última gestión de Danilo Medina, cuando estuvo al frente de dos de los ministerios más importantes, aquí y en cualquier lado: Educación y Relaciones Exteriores. Navarro, es arquitecto de profesión y su fuerte es la planificación, además de que es buen vocero, cualidades importantes para el rol que desempeña. Pero tiene dos cosas en contra: que su partido no está en su mejor momento, y que le ha tocado sustituir a Francisco Javier García, el jefe de campaña más exitoso de los últimos años.
Héctor Guzmán
De todos los jefes de campaña, Héctor Guzmán, del PRD, es quizás el más experimentado, porque le ha tocado asumir roles en distintos partidos en áreas como estrategia, comunicación, vocería y sobre todo en la parte electoral. Ha trabajado al lado de figuras como el extinto Jacobo Majluta y el expresidente Hipólito Mejía. En este proceso, está enfrentando adversarios que conoce muy bien, porque ha trabajado política con casi todos ellos. Es pragmático como el que más, y por eso apuntaba recientemente, en entrevista en Despierta con CDN, que él y otras figuras de la alianza opositora tienen en su haber, bondades y también “travesuras”.