Se habla aquí y en otras partes del círculo vicioso que se da en el plano laboral, en detrimento de la juventud: no se contrata a los jóvenes por falta de experiencia, y estos no tienen experiencia porque no los contratan. La de nunca acabar. El asunto se ha dado localmente, en cierta medida, en el plano político. A los muchachos, se dice y se repite, los partidos y sus dirigentes los buscan para hacer campaña, pero no para asumir roles de importancia. Eso ha ido cambiando últimamente, ya sea porque los jóvenes estén empujando más y mejor, o porque quienes tienen el poder político han entendido el fenómeno y estén cambiando de manera positiva. A Luis Abinader, el responsable hoy de emitir los decretos, habrá que reconocerle que ha llevado a la práctica el reiterado discurso que llama a dar mayor participación a los jóvenes.

Decretos

Con tanta gente con poco más o menos de 40 años de edad asumiendo posiciones clave en el Gobierno, es un hecho que en el caso del PRM, se está preparando el relevo. Los cargos en manos de jóvenes no solo son muchos, sino muy relevantes. El muy codiciado puesto de ministro administrativo de la Presidencia lo ostenta José Ignacio Paliza. El proceso de recuperación del turismo en plena pandemia se puso en manos de David Collado mientras, en ese mismo contexto, Luis Miguel De Camps fue colocado al frente del Ministerio de Trabajo. A Yayo Sanz le encargaron las aduanas, a Jean Luis Rodríguez los puertos y a Wellington Arnaud y Fellito Suberví, gran parte del sector agua. La política de viviendas, cuyo manejo pasó de dirección a ministerio, cayó en manos de Carlos Bonilla. Y así, hay otros jóvenes en puestos importantes, como Gloria Reyes, Sigmund Freund, Carolina Serrata y Jatzel Román. La juventud hasta ahora había logrado algunos avances en el plano político, sobre todo a nivel de puestos electivos, pero ahora también están llegando los nombramientos.

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