Intento imaginármelo perfumado de incienso y vistiendo sotana de borde dorado; con un fino fajín de vivo color y un mohín de superioridad sobre los demás humanos; con severa mirada escrutadora y un gran capelo; soberbio de mundana grandeza; con un inmenso anillo de oro en el anular de la diestra, para el constante besamanos. Trato de imaginármelo así y les juro que no puedo, pues sólo viene a mi mente la luminosa imagen de un pescador barbado de túnica sin ningún adorno superfluo y sandalias sencillas para recorrer caminos sin tiempo y ser Dios y al mismo tiempo humano…Porque sólo así ha podido ser eterno.

Posted in Fogaraté

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas