(Noticia: Hay 155 mil infelices latinoamericanos tratando de entrar a Estados Unidos)… No vale afanarse en bloquear las fronteras. No sirve ninguna medida represiva contra los que ya entraron. No resuelve nada deportarlos. No sirven para nada los campos de concentración. Nada de eso sirve. Pongámonos claros: la migración ilegal masiva, traspasando como sea miles de fronteras, lo que envuelve a millones de seres del Tercer Mundo, sólo se detendrá cuando el mundo, enterito, alcance la humana justicia a la que aspiran todos sus pueblos: trabajo, educación, salud y todo lo demás de que carecen las grandes masas de la pobreza extrema.