Cuando me decidí a adquirir una vivienda, recuerdo que visité varios proyectos que se ajustaran a mi presupuesto y estuve a un “pelito” de ser estafada por una compañía que me pedía hacer depósitos, prácticamente, sin ningún aval para completar un inicial. Pocos meses después los medios se hacían eco de las quejas por parte de un grupo de compradores frente a las oficinas donde operaba dicha compañía. Gracias a Dios y a mi intuición, no caí en esa trampa.

Nunca se me olvida esa primera experiencia y estoy hablando de 1998. Lamentablemente las estafas en cualquier tipo de negocio siempre están latentes, porque lo que más abunda en nuestra sociedad es gente con intención de timar a otros. En estos casos, solo hay que ser cauto y dedicar un poquito de tiempo para levantar información fidedigna sobre la compañía o persona física con la que hacemos negocio.

En el caso de las inmobiliarias que, de hecho, han proliferado como la verdolaga, hay que tener mucho cuidado. Los proyectos los pintan como la última maravilla del universo. Lugares acogedores, de fácil acceso, terminación y materiales de primera en algunos casos, y la entrega en un tiempo establecido. La mejor vivienda del mundo.

Como es normal, primero se hace una separación del inmueble y luego se completa el inicial en cuotas. El monto restante, es recomendable que se pague a través de un financiamiento bancario, porque así el cliente tiene mayor seguridad de su inversión.

Por eso, es importante, antes de “avanzar” dinero, averiguar la procedencia de la compañía, permisos y demás, porque no es una tablet lo que estamos comprando.

Hay que buscar construcciones anteriores y si es posible visitarlas, relación bancaria, lugar donde se levantará el proyecto, condiciones del terreno y la accesibilidad. Usted diría: pero caramba, no tengo tiempo para hacer tantas cosas y quizá no viva en el país y solo esté realizando una inversión.

Pues, eso es lo correcto. Y luego de que haya pactado hacer la compra y acordado con el banco el préstamo (lo cual también es recomendable) le brinda mayor seguridad a su inversión.

La situación más reciente es la estafa por casi 500 millones de pesos a un grupo de compradores que, al parecer, no investigaron bien antes de soltar el dinero y hoy están con las manos en la cabeza, porque no saben si podrán recuperar todo o algo de lo que pagaron a ese señor que se hacía pasar como arquitecto y ofertaba a sus presas viviendas acogedoras.

Reitero que para comprar en el sector inmobiliario hay que tener muchos ojos. Conozco personas que han comprado apartamentos en lugares que fueron rellenados para los fines, sobre cañadas, en lugares donde no se permite levantar más de dos pisos, se construyen de cuatro y hasta cinco pisos.

Viviendas que a pocos años de ser entregadas comienzan a presentar problemas de filtración, uno de los peores vicios en esta rama; torres sin escaleras de emergencia, deficiencias en las conexiones de tuberías de gas y agua… en fin. Son otros detalles que debemos tomar en cuenta a la hora de adquirir una vivienda para no tener que lamentar una mala decisión.

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