Medusa es el nombre de la nueva operación que el Ministerio Público lleva a cabo contra el exprocurador general Jean Alain Rodríguez, quien se encuentra en prisión desde el martes junto a otras seis personas por supuestos delitos de corrupción y fraude contra el Estado dominicano.
En la mitología griega, Medusa es un ser clónico que convertía en piedra a todos los que osaban mirarla a la ojos, y quien fue decapitada por Perseo, un semidiós, hijo de Zeus, la gran divinidad, “padre de los dioses y los hombres”, del Olimpo.

En la lucha contra la corrupción, centrada en el gobierno anterior, vale preguntarse ¿quién es nuestra Medusa y quién será finalmente el Perseo que la decapitará? ¿Quién es el Dios Zeus que los gobierna y cuándo ese padre y juez soberano del Olimpo criollo dará la orden contra Medusa?

¿Por qué se oculta esa divinidad? ¿Es quien mueve los hijos de los semidioses; el que ha traído a quien convierte en piedra a todos los que la miran? ¿Pueden los semidioses que el Zeus nativo creó y gobierna actuar con independencia de las reglas del Olimpo nacional?

En la mitología de la política dominicana ¿será otro Hefesto, al igual que el hijo de Zeus según La Ilíada, quien finalmente dará un martillazo similar a aquel que acabó con los terribles dolores de cabeza del Dios del Olimpo? ¿Cuándo el Hefesto criollo que pudiera estar moviendo los hilos, dejará ver sus debilidades, como la cojera y feo rostro, de barba desaliñada de su par mitológico, para mostrar el valor de la justicia independiente que nos libraría de ese cáncer maligno de la corrupción?

¿Está atrapado en el Olimpo independiente de su visión o prefiere no mirar a Medusa para no convertirse en piedra?

O podría ocurrir que el revoloteo que Medusa ha provocado, despierte del letargo a otros semidioses de nuestro Olimpo político. En medio de una crisis sanitaria y económica, y en temporada ciclónica, no auguraría nada bueno.

Posted in La columna de Miguel Guerrero

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