En política, como en otras facetas de la vida, ser hijo de una figura de trascendencia, en principio podría ser un capital político que cualquiera desearía, sin embargo, la interacción con políticos que les ha tocado la experiencia, se puede constatar que tienen que librar una gran batalla para trillar su propio nombre y romper con ese estigma.
En entrevista en 2016 al doctor José Rafael Abinader, padre del hoy presidente de la República, que falleció el 4 de noviembre del 2018, contaba a modo de anécdota que cuando su hijo Luis Abinader arrancó en la política lo señalaban como “el hijo de Rafael Abinader” y que en ese momento (en 2016) él se había convertido entonces en el padre de Luis. “Ahora es a mí que me dicen, ese es el papá de Luis”, comentaba y su hijo aún no había ocupado la silla presidencial.
En 2019, en una conversación con el hoy diputado Omar Fernández, hijo del expresidente Leonel Fernández, comentaba, que él siente orgullo del padre que tiene, pero que políticamente trabajaría para “dejar de ser el hijo de Leonel y ser Omar Fernández”. Omar fue electo diputado en la circunscripción uno de la capital en el 2020 y todo indica que en política deja atrás “el hijo de Leonel” para ser Omar Fernández.
Recientemente, escuché a Orlando Jorge Mera contar la estrategia que usó para políticamente “dejar de ser el hijo de Jorge Blanco”, el fallecido expresidente de la República. Le pidió una cita a José Francisco Peña Gómez, líder del PRD, le mostró su curriculum y a partir de entonces empezó a trillar su propio camino.
Un caso reciente es el de María Elena Vásquez, directora de Pro Competencia, hija del ministro de Interior y Policía ,Jesús (Chu) Vásquez, la dama ha ganado respeto y reconocimiento por sus condiciones académicas y excelente desempeño donde ha laborado, pero ser hija de Chu Vásquez, primero le cerró el camino para juez del Tribunal Constitucional a pesar de sus condiciones y luego se intentó dañar para la posición actual.
Ser hijo de… no puede ser la razón para calar posiciones, pero tampoco un obstáculo para el crecimiento político y profesional de quienes tienen méritos. También hay casos de gente que se apoya de esa condición para calar.
