Desde hace un tiempo vienen circulando en las redes sociales videos de diferentes centros educativos del país en los cuales puede apreciarse cuál, al parecer, es la conducta de los jóvenes estudiantes dominicanos.

En los videos subidos a las redes no faltan las peleas entre dos o más compañeros de aula o entre grupos de distintos salones de clases.

En algunas grabaciones se ha observado a maestros que no asumen su rol y miran indiferentes estos comportamientos que no solo dejan mucho que desear, si no que ponen en riesgo la vida e integridad de los jovencitos en disputa.

Creo que pocos podrían olvidar aquel video en el cual se podía ver a dos jóvenes del sexo femenino, agrediéndose físicamente ante la mirada indiferente de una maestra, que parecía divertirse con aquel bochornoso espectáculo.

Es ya común que un grupo de “estudiantes” espere a uno de sus compañeros a la salida de la escuela o liceo para atacarlo cobardemente, en grupo, mientras que otros se divierten y graban toda la acción, para luego compartirlo en Facebook y otras redes, como una gracia.

Ahora la “moda” de los chicos en edad escolar, especialmente en el bachillerato, es, al final del año, romper los cuadernos, deshojarlos y cubrir con sus páginas las aceras y las calles.

A todo esto se suma el irrespeto a los profesores y el bajo rendimiento académico debido principalmente a que la mayoría no tiene hábitos de estudio y en parte porque han visto la cantidad de malos ejemplos que abundan en la sociedad, de personas que ostentan grandes riquezas sin siquiera ser bachiller y menos haber alcanzado un grado universitario.

A raíz de esa situación, vuelven a levantarse diferentes voces clamando y otras exigiendo soluciones. Sin embargo, de forma errónea, tratan de lograr este objetivo a través de las vías equivocadas u obviando algunos detalles cruciales.

Por ejemplo, el clásico pedido de que el gobierno tome medidas, desarrolle políticas que tiendan a erradicar el problema. Es verdad que los gobiernos deben trabajar para proporcionar escuelas seguras y docentes capacitados, pero en realidad, de lo que se trata es formación de hogar.

No debe olvidarse que el primer grupo social es la familia y por lo tanto, es el lugar donde se forma a los ciudadanos.

La familia es por dónde se debe empezar a buscar las fallas para corregirlas.

Es en el seno familiar donde se educa a los hombres y mujeres de la sociedad y si esta educación y crianza no se basa en valores y buenas costumbres, no se puede esperar una conducta mejor que la antes expuesta.

Posted in Mi Tiempo

Más de opiniones

Las Más leídas