Los descubrimientos de la neurociencia sobre el desarrollo del cerebro humano desde la etapa prenatal y en los primeros tres años de nacido, han incluido hallazgos para el aprendizaje que, agrupados en la neuroeducación, han revolucionado la atención sobre los estímulos tempranos y/o educación inicial.

De alguna forma, el Gobierno dominicano está formalmente ausente, a pesar de que entre las experiencias recogidas por el “Centro de Desarrollo para la Niñez” de la Universidad de Harvard, para demostrar el vínculo de las conexiones neuronales con la experiencia práctica para estimular el aprendizaje, incluyó colegios de párvulos del país.

Universidades nuestras, como INTEC, han organizado eventos académicos sobre el tema. Universidades españolas ofertan posgrados en neuroeducación, con diseños curriculares muy atractivos.

El país está llamado a darle trascendencia a los aportes de la neuroeducación para elevar sus niveles educativos y ofrecer a los más vulnerables la oportunidad de accesar a ella. A estos fines es bueno recordar lo planteado por el “Centro de Desarrollo para la Niñez”, en su estudio “En Breve: La Eficacia de los Programas Para la Infancia Temprana”:

“…los factores de efectividad, que en múltiples estudios han mostrado mejorar los resultados de los niños…”, entre otros: “1.- :Personal calificado y apropiadamente compensado; 2.- Grupos pequeños de niños y alta proporción de adultos por niño; 3.-Entornos lingüísticamente enriquecedores; 4.- Currículos apropiados para el nivel de desarrollo; 5..- Entornos físicos seguros; 6.- Interacciones cálidas y receptivas entre los adultos y los niños”.

Si se desglosa cada uno de estos seis puntos, el primero implica incluir en la plantilla de formación del docente los aportes de la neurociencia a la educación. El segundo plantea el manejo directo y personalizado del infante. En el tercero requiere un ambiente cuidando el lenguaje y las expresiones y a seguidas adecuar el currículo al desarrollo del aprendizaje conforme a las conexiones neuronales. Los dos últimos persiguen, primero, evitar los ambientes tóxicos y segundo, el enfoque en el estímulo de las emociones positivas.

Como puede verse, la invitación es crear las condiciones de aprovechamiento de los hallazgos de la neurociencia, favorecedores del proceso de estímulos temprano para el aprendizaje en la educación; es decir, neuroeducación. Conocer de esos hallazgos y cómo aplicarlos en la educación, ahí entra la neuropedagogía.

¿Cómo definir la neuropedagogía?

La educación formal se ha definido como un proceso de enseñanza aprendizaje, a cargo del maestro; se ha afirmado que donde está el maestro, está la escuela. En la dirección académica universitaria quedé convencido de que todos los factores que envuelven ese proceso son importantes; el profesor entrega herramientas y conduce el proceso, pero participan la familia, el barrio, la comunidad en general, las condiciones físicas y de normas de calidad del recinto educativo; los medios didácticos y sobre todo el diseño curricular.

Ahora, con los aportes de la neurociencia, el diseño curricular como ejercicio práctico, pasa a ser un factor altamente decisivo en la educación inicial, porque las conexiones neuronales son estimuladas para que el cerebro se desarrolle en los perfiles del aprendizaje. Eso significa que el maestro en su papel de conductor del proceso conozca de esa relación. Los educadores han trabajado sin conocer el cerebro humano; desconocerlo es como trabajar con un equipo digital complejo, sin conocer su configuración. La neuroeducación orienta para configurar un proceso neuropedagógico.

Nuestro país, por su ancha brecha en desarrollo humano, está desafiado a desatar un gran esfuerzo para aplicar un diseño neuropedagógico para estímulos temprano en la educación inicial. Para ello se debe involucrar el sistema educativo, localizar personal profesional especializado, formar maestros para una educación inicial con los aportes de la neuroeducación sobre el aprendizaje temprano, prepararse el diseño curricular, incluyendo el ámbito físico escolar y unificar el sistema.

La educación dominicana debe servirse de organismos internacionales gubernamentales, con importantes estudios realizados, para dar un salto cualitativo y ofrecer la oportunidad a una educación de calidad a una población infantil salida de las entrañas del pueblo, lo cual implicaría un avance significativo en la inclusión social.

¡Formalizar nuestro marco jurídico!

Se debe atender el marco jurídico, para el Gobierno involucrarse en una política pública para un proceso neuropedagógico para la educación inicial. La participación del sector educativo privado está llamado a enriquecer con los aportes de sus experiencias y conocimiento.

Las disposiciones jurídicas son limitadas y dispersas. Sin embargo, el tema está constitucionalizado en la norma que figura en la Carta Magna, proclamada el 26 de enero del 2010. En ella se dispone lo siguiente:

“Artículo 63.- Derecho a la educación. Toda persona tiene derecho a una educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones”.

Entre sus numerales se debe destacar el 3ro, puesto que pone a cargo del Estado garantizar la educación pública gratuita y la declara obligatoria en el nivel inicial, básico y medio; como se ve, incluye el nivel inicial. El numeral 4to, a su vez, pone a cargo del Estado velar “por la gratuidad y la calidad de la educación general…”.

En la Ley General de Educación 66-97, artículo 34, define las funciones del nivel inicial y se crea, adscrita al Viceministerio de Asuntos Técnico-Pedagógicos, la Dirección Nacional de Educación Inicial. El Gobierno no ha dado un paso, aunque para atender a otras necesidades, y más bien de cuido a la niñez, creó el Consejo Nacional de Estancias Infantiles (CONDEI), insertado en el artículo 137 de la Ley 87-01, del Sistema de Seguridad Social, el artículo 137 de la Ley 87-01.

El artículo pone al Consejo a cargo de “formular las Políticas, Normas y Procedimientos para la Creación, Diseño, Construcción y/o Habilitación, Equipamiento y Operación de las Estancias Infantiles”. Se trata de cuido a la niñez, como cualquier nodriza.
Son disposiciones legales dispersas, como lo es el esfuerzo del Estado en el tema, de lo que seguiremos escribiendo el próximo viernes.

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