La Dirección General de Impuestos Internos (DGII) ha tomado medidas concretas para regularizar el sector de ventas de vehículos de motor en República Dominicana, donde aproximadamente 3,000 negocios operan en un mercado propenso a la informalidad y al engaño.

El enfoque de la DGII en este aspecto es fundamental para asegurar que se trabaje dentro de lo legal, sin máscaras y de manera transparente. La reciente entrega de las primeras 100 licencias de operación a concesionarios, importadores, distribuidores y vendedores de vehículos de motor y remolques representa un avance significativo en este proceso de regulación.

En un país donde hay tantos temas preocupantes, incluyendo el de gente que le gusta tomar lo ajeno y engañar para vivir “sin dar un golpe y de los pendejos”, esta acción, en línea con la Ley 63-17 de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, viene a dar una señal de compromiso con el cumplimiento de las normativas establecidas. ¡Qué bueno!

La presencia de representantes de concesionarios, importadores y asociaciones de dueños de “dealers” en el acto de entrega de licencias que realizó el organismo estatal es un claro respaldo a las acciones regulatorias.

La obtención de la licencia de operación no solo implica un aspecto recaudatorio; también cumple una función regulatoria crucial. Aquellas empresas que sigan operando informalmente y sin el permiso correspondiente enfrentarán penalidades pecuniarias, lo que subraya la importancia de cumplir con las disposiciones legales.

En los últimos tres años, el parque vehicular dominicano ha experimentado un incremento significativo, con un promedio anual de 322,844 unidades adicionales. Este crecimiento demanda atención especial hacia la regulación del sector automotriz para garantizar su funcionamiento adecuado.

El año pasado, el registro de 346,892 unidades de nuevo ingreso reflejó una aceleración en las importaciones automotrices, con un 45.16% de estas siendo totalmente nuevas. Sin embargo, también es importante considerar que el 2.2% de las unidades en circulación eran del año de fabricación 2023 y un 0.5% correspondía a 2024, lo que evidencia la práctica común de importar vehículos antes de su año de referencia.

La iniciativa de la DGII, de regularizar el negocio de ventas de vehículos de motor, es un paso fundamental hacia el ordenamiento de este sector clave para la economía. Estas medidas no solo fortalecen la transparencia y la legalidad en las operaciones comerciales, sino que también contribuyen a garantizar la seguridad y la calidad de los vehículos en circulación. Sigamos, sin detenernos.

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