Las principales calles y avenidas de la ciudad de Santo Domingo, y otras importantes del país, han sido arrabalizadas por vendedores ambulantes, limpiavidrios, pedigüeños y necios que inoportunan a los conductores y, a veces los timan.

Esto ocurre ante la mirada indiferente de la Policía, la Amet y las demás autoridades que tienen la responsabilidad de regular y mejorar el tránsito de vehículos y peatones por esas vías. Ya Santiago lo intenta con éxito, porque para poner el orden, solo se requiere de la voluntad de la autoridad competente.

Transitar por las avenidas, 27 de Febrero, Máximo Gómez, Isabel Aguiar, independencia, Duarte, Lincoln, Winston Churchill, Kennedy y la Autopista Duarte, de esta última en todo su trayecto, es someterse al peor de los suplicios, porque los limpiavidrios, los vendedores ambulantes, los pedigüeños y los promocionistas, no pierden el tiempo en lanzarse sobre los conductores.

Muchas veces se ha intentado despejar estas vías, pero se queda en la intención y el desorden es cada más creciente, dando lugar al peor de los caos, más ahora que los motoristas se han apoderado también de las vías violando la luz en rojo y cometiendo todo tipo de infracción ante la indiferencia de los agentes allí apostados.

Creemos que es tiempo de que alguna autoridad asuma el problema y comience a plantear soluciones, porque en esas condiciones el país no puede aspirar a 10 millones de turistas y los cuantiosos beneficios que esto aporta al Producto Bruto Interno (PIB).

Solo falta una decisión y olvidar la politiquería, el país necesita orden y podemos comenzar con la limpieza de estas vías que se convierten aceleradamente en calles y avenidas del terror por los grandes taponamientos y el caos que en ellas impera.

Si queremos un país de ventanas abiertas al mundo, debemos controlar nuestro desorden interno y mostrar a quienes nos visitan que realmente somos un país en desarrollo y con vocación turística. ¡Esperamos acción!

Posted in Punto y Coma

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