Las casualidades no existen, Dios existe. Hay vidas cuyos encuentros no son casuales, aunque choquen. Nunca podrían encontrarse naturalmente, sus probabilidades son cero en un millón, aun si viviesen en la misma región, por lo que la única manera sería de forma intencional. Existen abismos internos y externos que los separan. Entonces, ¿qué fuerza o poder puede hacerlo? La fuerza del propósito. Dios es quien hace las cosas posibles, hace que la semilla permanezca hasta brotar y permite que la flor de su fruto. Los procesos y los ciclos son suyos. Él ama, decide, define, llama, escoge, sostiene, levanta, afina, bendice, establece, afirma, revela, suple, sana, sorprende, desafía, empodera, da la victoria, renueva, enriquece, da paz, une. En el momento preciso yo haré que las cosas ocurran. Isaías 60:22.

Posted in Rosas para el alma

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas