Un dicho famoso reza: “Hay un juez llamado tiempo que pone a todos en su lugar…”, y justamente es cuestión de tiempo más un detalle, a Dios, le llaman EL ETERNO…

Ya entendimos que el tiempo es el más paciente de los tribunales y que Dios, quien es lento para la ira y grande en misericordia, lo preside. Allí la misericordia vence sobre el juicio pero no se tendrá al culpable por inocente, porque sus juicios son justos y verdaderos. Todo mortal, quiera ignorarlo o no, estará de pies ante Aquel que conoce las intenciones del corazón y desde allí procede. La intención es el primer intento. ¿Es tu primer intento el hacha oculta o el “as” bajo la manga?

Si no dañas, amas y si amas, no dañas, así de simple.

Posted in Rosas para el alma

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